Joe Maddon muestra habilidad con los Cachorros de Chicago

Caribbean Digital

CHICAGO. A un punto durante el difícil arranque de la campaña para Anthony Rizzo, el estelar inicialista de los Cachorros de Chicago visitó al manager Joe Maddon en su oficina.

Rizzo y Maddon hablaron sobre bateo y Maddon escribió en un papel los que pensaba iban a ser los números de Rizzo para el final de la campaña. En los últimos días de agosto, las estadísticas de Rizzo se están acercando a sus niveles usuales _ donde Maddon pensó que estarían eventualmente.

Aunque Rizzo va a tener que confiar en lo que le dice el manager sobre ese punto. “Escribí las cifras hace un par de meses. Tengo que acordarme dónde las puse”, dice Maddon, sonriendo.

Al final de la que quizás ha sido su temporada más difícil con los Cachorros, Maddon, de 64 años, se siente tan cómo consigo mismo como el día que asumió las riendas hace cuatro años, cuando habló atrevidamente sobre los playoffs en un bar junto al Wrigley Field.

La personalidad de Maddon _ su mano firme, y quizás lo más importante, sus cambios sutiles con los años _ es una razón clave por la que los Cachorros siguen ganando en medio del tipo de adversidad que saca de la pelea a algunos contendientes.

Jugando sin el Jugador Más Valioso de la Nacional en el 2016 Kris Bryant, el taponero Brandon Morrow y el torpedero Addison Russell debido a lesiones, Chicago había ganado seis en fila antes del partido del martes por la noche contra los Mets de Nueva York, llevando en mejor récord en la liga a 77-53. Yu Darvish y Tyler Chatwood, cuyas adquisiciones se esperaba ayudasen a solidificar la rotación, tuvieron problemas todo el verano, pero nada ha descarrilado a los Cachorros.

Crédito para Javier Báez por convertirse en una de las estrellas de las Grandes Ligas. Crédito también para los novatos David Bote y Randy Rosario por sus contribuciones inesperadas y a Steve Cishek y Pedro Strop por sus consistentes actuaciones como relevistas.

Y crédito para Maddon, que está trabajando con un grupo de asistentes mayormente nuevo comparado con el año pasado y aún así tiene a los Cachorros en camino a su tercer título divisional en fila y cuarta participación consecutiva en los playoffs.

“Cada año, es como que nos deja ser quienes somos”, dijo el jardinero Kyle Schwarber. “Pienso que él tiene plena fe en nosotros y pienso que eso dice mucho. Nosotros lo respaldamos también. Pienso que es un poco de toma y daca. É nos da las tiendas y nosotros siempre respondemos”.

Los Cachorros no son más los muchachos azorados que tenía Maddon en el 2015. Han crecido y su manager ha reformado su estilo para ajustarse a ese grupo probado que puso fin a la larga sequía de títulos de la Serie Mundial del equipo.

“Si escoges tus momentos más separadamente, pienso que tienen un mayor impacto. Pienso que, me avergüenza decir que yo pudiera estar madurando un poco”, dijo Maddon, con una expresión inmutable.

Maddon ha dejado que Báez sea Báez, ignorando el error ocasional a la hora de correr en las bases mientras que el jugador de cuadro reiteradamente ejecuta jugadas electrizantes a la defensa y con el bate.

El bullpen, un desastre el año pasado en los playoffs, ha sido uno de los mejores de la liga, ayudando a los Cachorros a conseguir 41 victorias viviendo de abajo, la mejor marca en las mayores.

El adepto toque de Maddon será puesto a prueba cuando Bryant y Russell regresen de la lista de lesionados, a un cuadro atestado ya con la adquisición de Daniel Murphy la semana pasada.

“Ha sido un año muy interesante”, dice Maddon. “Muchas buenas conversaciones. Cuando ellos tienen problemas, vienen y hablan conmigo. Ha sido muy bueno”.

Diario Libre