Incertidumbre…

Domingo Hernández
Cuando todavía no había iniciado la temporada, Robinson Canó anunció que jugaría con las Estrellas Orientales en el presente torneo.
Incluso, se recuerda que condicionؚó esta posibilidad a que el conjunto con sede en San Pedro de Macorís, lograra clasificar a la ronda semifinal, aunque, en honor a la verdad, nunca especificó cuando entraría a juego.
Para ese momento, Canó pertenecía a los Marineros de Seatlle, equipo con el que había firmado un contrato por 10 años y 240 millones de dólares, en el 2014.
Es posible que ni remotamente pensaba el estelar jugador que con el paso de los días y tan pronto concluyó la pasada  temporada de Grandes Ligas, sería negociado a los Mets de Nueva York.
No obstante, así ocurrió y de un momento a otro, la situación de Canó, en el aspecto profesional, cambió.
Ya no estaba con los Marineros, en donde quizás hubiese tenido mayor libertad de hacer lo que deseaba, sino que ahora dependía de la decisión que tomaran los Mets, con relación a si le permitؙían jugar o no con las Estrellas Orientales.
Queda sobreentendido de que Canó desea cumplir la promesa que hizo a su equipo y a la fanaticada de los verdes. Primero porque empeñó su palabra, segundo porque el equipo lo necesita ahora que está tan cerca de lograr su tan anhelada tercera corona y él quiere aportar y  ser parte de esa proeza, y tercero porque es lógico que quiere complacer a la fanaticada de los orientales.
Hasta ayer en la tarde, todavía no había seguridad con relación a la determinación de los Mets en ese sentido. Es decir, había incertidumbre al respecto.
Cabe señalar, que los metropolitanos han hecho una gran inversión en Canó, en razón del cuantioso contrato del quisqueyano.
De ahí el que es racional el hecho de que esta organización va a querer proteger su inversión en el astro dominicano. Esto, empero, no quiere decir que no sean flexibles y les permitan jugar uno o varios partidos de la final.
Entretanto, hasta entrada la noche de ayer, no había nada oficial a ese respecto. Esto, pese a que Canó ha reiterado su deseo de jugar con las Estrellas. La bola, sin embargo, está en manos de los Mets, quienes tienen la última palabra sobre el particular.
Si la decisión de la franquicia neoyorquina, finalmente, es negativa, nadie podría culpar a Canó, quien, inclusive, en otras ocasiones, es prudente recordar,  ha jugado con las Estrellas.  El no tendría la culpa de nada, puesto que es un profesional que, en este caso, no depende de si mismo, sino de esta organización que acaba de contratarlo por un salario,la cual, dicho sea de paso,  tiene derecho a defender y proteger su inversión.
Una desobediencia de Canó en ese orden, arruinaría sus planes inmediatos en las Mayores e incluso su propia carrera. De ahí el que, en el supuesto de que así ocurriera, lo ideal sería que la gerencia de las Estrellas y los propios aficionados, excusen a este caballeroso jugador y comprendan la  situación que se le ha presentado, la cual, se supone, resulta desagradable para él.
De todas formas, lo más correcto sería esperar para ver qué  resolución habrán de tomar, finalmente, los Mets sobre la solicitud del astro dominicano. Por lo pronto, hay que mantener la esperanza, es lo último que se pierde .PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:A propósito de Canó,es oportuno decir, que éste promedia de por vida en Grandes Ligas 309, con 300 jonrones conectados y 779 carreras impulsadas. Además, en el 2013, cuando la República Domiicana ganó invicta el Clásico Mundial de Béisbol, oportunidad en la que fue el capitán del conjunto criollo, fue seleccionado Jugador Más Valioso y bateó para el astronómico promedio de 469 (de 32-15).!Suena la campana! !Climmp!