¡Hagamos patria!

No son palabras grandilocuentes pero sí excepcionales las del Apóstol Santiago transfiriendo corriente 220 al cableado de la fe cuando expresó que “la fe sin obras es muerta”. Todo lo que no se mueve, no crece, no vibra, no hierve, está muerto. De la misma manera uno que dice ser cristiano y deja pasar las oportunidades de hacer valer la fe y los derechos a una vida limpia, libre, justa, mata con su actitud su práctica religiosa. La fe no solamente tiene alas, también tiene agallas! Puede agotarse en el peregrinar pero nunca desfallecer en el accionar, la fe aporta el acero espiritual a la infraestructura social, humana y motora de un pueblo. Hoy es historia, avanza donde estás, usa lo que tengas y lo que puedas y hagamos patria!

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