Franchy Cordero recibe todo el apoyo de hermana en su carrera en el béisbol

SANTO DOMINGO. En mayo de este año Franchy Cordero recibió una de las noticias más esperadas en su vida: iba a debutar en Grandes Ligas. Llamó a su hermana y ambos lloraron de la emoción.

Las lágrimas tenían un significado más allá de la noticia que acababa de recibir el prospecto de los Padres de San Diego, es que su hermana Yuleisy se convirtió en apoyo en su proceso de jugador profesional. Recuerda que estaba jugando en Triple A y no se vio en la alineación del partido, de inmediato le preguntó a su mánager y él respondió que lo habían subido a las Grandes Ligas.

“Ella y yo hemos pasado muchas cosas juntos, mi papá trabajaba en la capital y mi madre en Azua. Yo me quedaba con mi hermana el día entero, con el asunto de la escuela, la comida y eso”, relata entre lágrimas.

Su padre le enseñó a amar el béisbol porque su sueño era que alguien en su familia jugara pelota.

El nativo de Pueblo Viejo, Azua, era muy enfermizo desde niño, se contagiaba de cualquier virus por tener las plaquetas bajas. “Gracias a Dios logramos sobrepasar todo eso y aquí estamos”, afirmó Cordero, que juega en la actualidad con los Leones del Escogido.

Narra que en el proceso de ser firmado era difícil porque tenía que estudiar en la mañana y entrenarse en la tarde. “Mi mamá nunca quiso que yo dejara los estudios, ella decía que si yo no era bachiller, no iba a jugar béisbol”.

Asistía a la escuela de 8:00 am a 2:00 pm en un politécnico y a las 3:00 pm a las prácticas de béisbol.

Dos meses después se graduó en la secundaria y de inmediato los Padres de San Diego lo firmaron. Cinco años y tres meses pasaron para que Cordero debutara en las Grandes Ligas, pasó por altas y bajas. En 2015 lo cambiaron de las paradas cortas a los jardines.

“En realidad ese cambio de posición fue como una luz, tenía muchos problemas defensivos y cuando me cambiaron ya no había el margen de error que tenia en el infield”.

En la actual temporada el jugador de los Leones del Escogido ocupa el sexto lugar en el liderato de bateo con .357 y es tercero en imparables con 10.

“Es un juego, es para divertirse, jugar y ganar, eso es lo que se hace allá adentro”.

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