SANTO DOMINGO. El experto en comunicación José Carlos Nazario advirtió que República Dominicana vive una tendencia muy interesante en término político, que marca una serie de acontecimientos que abren una lucha por los espacios de poder de los grupos aprovechándose de la indignación popular.
Nazario considera que el momento de crispación política viene desde el 2015 y ha tocado poderes establecidos.
Entrevistado por el periodista Federico Méndez, en el programa Esferas de Poder, que se transmite los domingos de 5:00 a 6:00 de la tarde, por Santo Domingo TV, Nazario manifestó que en la coyuntura especial que vive el país, los diferentes sectores han buscado posicionar sus espacios de poder de un modo mucho más aguerrido, aprovechando la indignación popular.
El experto dijo que esa indignación es producto de hechos que deberán comprobarse y de una dinámica que responde a una reorganización que viene validada por los pactos fiscal y eléctrico.
Sostuvo que la mayoría de los actores políticos están mirando hacia el 2020 en esta coyuntura, donde se busca imponer la agenda a través de las redes sociales.
“Los estudios en las redes sociales, principalmente, las ubican como una herramienta con mucha capacidad de insertar temas en la agenda y de condicionar el ambiente”, significó.
Nazario considera que las redes sociales no son un instrumento de construcción de mayoría, sino de adecuación y condicionamiento del ambiente.
Opina que este mecanismo de comunicación permite a cualquiera instalar temas en la agenda.
“Esto no es muy distinto a lo que pasaba cuando (Paul Joseph) Goebbels era ministro de propaganda nazi, que establecía en su tesis que una mentira dicha muchas veces se convierte en verdad, que la realidad es condicionable, y lo real es que siempre ha sido así”, argumentó.
El experto asegura que la utilización tan interesada de una herramienta que está tan a la mano y con tanta capacidad de influencia, si se tiene recursos, es lo que ha situado la posverdad en el centro de las cosas y del debate público.
“La posverdad no es más que la mayor importancia a la emocionalidad que producen los intercambios públicos que a los hechos realmente”, adujo.