Las autoridades estonias han ordenado al cónsul general y al cónsul de Rusia en la ciudad de Narva, Dmitri Kaziónnov y Serguéi Surgáev, respectivamente, abandonar el país.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha calificado la expulsión de sus diplomáticos como «un nuevo acto hostil e infundado». La Cancillería rusa ha destacado que este paso dado por Tallin «no quedará sin respuesta».
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