Estas son las tres instalaciones nucleares más peligrosas de EE.UU.

En los últimos 18 meses han sucedido varias averías en varias centrales y las plantas nucleares de Estados Unidos. Algunas de ellas no fueron importantes, pero otras suponen una amenaza para la vida. Sin embargo, la mayoría de estos incidentes pasaron desapercibidos para los medios.

La planta nuclear de Hanford

Pese a un importante proyecto de limpieza medioambiental, la mayor fuente de temores es la antigua fábrica de plutonio de Hanford Site, en el estado de Washington. Desde mediados de abril más de 50 empleados de la planta han requerido asistencia médica debido a las consecuencias de inhalar materiales tóxicos.

Ha sufrido defectos que no tenía ningún otro reactor nuclear del mundo

Los corresponsales de RT en EE.UU. se han puesto en contacto con algunos extrabajadores de las instalaciones, que sufren varias enfermedades relacionadas con su antiguo lugar de trabajo.

«Trabajé en Hanford más de 20 años. Me intoxiqué. Tenía una encefalopatía tóxica y los nervios dañados», relató un exempleado de la planta. «Me intoxiqué con los vapores y por esa causa el volumen vital de los pulmones disminuyó un 40%. Me diagnosticaron la enfermedad reactiva de las vías respiratorias», dijo otro.

El ‘Chernóbyl del río Hudson’

El número dos es la central nuclear de Indian Point, 55 kilómetros al norte de Nueva York, que suministra la cuarta parte de la energía eléctrica que consume la ciudad. Es responsable de una enorme fuga de tritio y funciona bajo una licencia expirada aprovechando un resquicio legal.

Según cálculos de una investigación periodística, está averiada al 30%. «Ha sufrido defectos que históricamente no tenía ningún reactor nuclear del mundo», dijo a RT el autor de la investigación, Paul Dirienzo. «Esto es suficiente para expresar preocupación».

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Una piscina de almacenamiento de combustible nuclear

La central de Turkey Point

La central nuclear de Turkey Point, situada en las costas de Florida, derrama tritio desde sus canales de enfriamiento. La concentración de esta sustancia en las aguas alrededor de la planta es 215 superior a los índices normales, según unas pruebas realizadas este año. También es importante la dosis radioactiva que se libera al océano Atlántico.

Además, por culpa de la central se formó una capa de agua salada que ha avanzado unos 6 kilómetros hacia el interior del continente. Esta capa amenaza depósitos subterráneos que abastecen de agua a 3 millones de personas.

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