Por Luís Céspedes Peña
El populismo de muchos gobernantes latinoamericanos, es el principal enemigo que hoy tienen sus naciones, porque su gran socio comercial, llamado Estados Unidos de América, les está respondiendo con su arma más potente, que es la humillación.
E, incluso, su poder es tan enorme que, con una buena política de protocolo internacional, obliga a las grandes potencias, como Rusia y China, a cambiar estrategias militares que Estados Unidos considera pueden ser lesivas para sus intereses o el mundo.
Si los gobernantes latinoamericanos saben que esa es la forma de actuar de Estados Unidos, para qué se ponen a inventar políticas militares que la gran nación puede destruir con sólo pagar millones de dólares para desarrollar campañas destructivas en su contra y ganar aliados hasta en los propios gobiernos que, haciéndose los tontos, quisieron engañar a los terribles gobernantes norteamericanos.
Los republicanos y los demócratas se pelean por dirigir el poder político y militar de Estados Unidos, pero cuando llegan a la llamada Casa Blanca, sólo piensan en la defensa de los intereses norteamericanos.
Si Estados Unidos es el principal fabricante de armas de guerra del mundo y máximo socio de los países latinoamericanos, cómo es que esos gobiernos se inventan golpear, con las compras de esos equipos a otros suplidores, al gran poder del Norte.
Pero Rusia es más agresiva cuando sus socios deciden comprar armas o alimentos a otras naciones. Fríamente, Rusia invade con 100 mil militares a las naciones que tratan de engañarla. ¡Y también tiene razón! ¿Por qué? Porque cuando esos países, más pequeños, tienen graves problemas económicos o sociales, es a los rusos a quienes llaman para que los auxilie. De una y otra parte, esa forma de actuar hay que considerarla como una deslealtad.
¿Por qué hacemos esta historia? Aquí están los resultados. En el año 2005, el Presidente Hugo Chávez Frías, un gran gobernante desaparecido, muy populista, estableció un acuerdo con Rusia y China para la compra de equipos militares.
Ya, en el 2013, el gobierno de ese país le había comprado helicópteros, aviones y otras armas de guerra por 11 mil millones de dólares. ¡Pero en Venezuela se está pasando hambre, porque los alimentos no dan abasto para los millones de ciudadanos! .
Pero Estados Unidos siempre fue el principal socio comercial de Venezuela y es lógico que si su aliado menor le da un trato injusto comercialmente hablando, la gran nación va a responder con lo que tiene. Sin ningún tipo de problema, porque todas las acciones hay que hacerlas con dólares. Si ese país tiene problemas con sus reservas, tira billones de dólares al mercado sin respaldo, pero valen más en todos los mercados del mundo, que las propias monedas de las naciones en desarrollo.
Desde entonces está apoyando a la oposición para sacar del gobierno a Nicolás Maduro. Es lamentable, pero dudamos que Maduro pueda resistir al poder norteamericano expresado a través de los opositores venezolanos. ¡Es que sus intereses económicos están golpeados por Venezuela!
Una situación peor afecta a la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, una nación que Estados Unidos ayudó mucho a desarrollarse a través de préstamos internacionales. Hoy, Brasil es una potencia económica. Pero la Presidenta ignoró los poderes norteamericano y francés, quienes estuvieron interesados en venderle los equipos militares que la mandataria quería, pero que decidió comprárselos a Suecia.
Una compra de 36 cazabombarderos que involucró la suma de cuatro mil 500 millones de dólares. Eso ocurrió en el 2013 y desde entonces Dilma Rousseff no se toma un vaso de agua con tranquilidad. ¡Y ya está fuera del poder! Ese es su único pecado, porque no hay una sola acusación que pudiera provocar su destitución. El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo, cuando asumió el poder por primera vez, que ese país tiene aliados y enemigos.
O lo que es lo mismo: Si ustedes no están con Estados Unidos, Estados Unidos está en su contra. ¡Así de sencillo! Y es que de hecho están castigando a los líderes que se desviaron del “camino” como aliados. Otra cosa. Eso de crear el Fondo Monetario Internacional Latinoamericano (FMIL), una iniciativa en la cual participó la Presidenta de Brasil, fue una advertencia para Estados Unidos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), son organismos utilizados Estadios Unidos para apoyar las economías débiles, aunque para ganar más. ¡Esa es otra parte de sus negocios!.
En el caso de los ocho aviones de la marca Tucano, adquiridos por la República Dominicana en el gobierno del Presidente Leonel Fernández, en el año 2008, fue una compra aprobada por el Congreso Nacional a favor de Brasil. El Presidente Fernández dispuso que los legisladores hicieran todas las investigaciones con los militares y todos los implicados, pero hoy hay una campaña queriendo culpar al entonces gobernante.
Estados Unidos, el principal socio comercial de la República Dominicana, estuvo gestionando la venta de aviones para la lucha contra las drogas, pero por una u otra razón, el gobierno de Fernández decidió comprar los aviones marca Tucano, que involucró 92 millones de dólares.
Eso fue suficiente para que Leonel no pusiera ser candidato presidencial para los comicios del 2016. ¡Hasta trajeron a Quirino Ernesto Castillo para enfrentar al pre-candidato, que fruto de esa campaña, tuvo que desistir de sus aspiraciones presidenciales! Quirino estaba preso en Estados Unidos por asuntos de narcotráfico. ¡Nadie presenta una prueba de corrupción contra Leonel!
Cuando la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, otra populista, quiso intentar buscar la reelección, el poder norteamericano, a través de sus aliados, la enfrentó y no hubo forma de que se pudiera reponer. Evo Morales, otro populista, ya está cumpliendo su último período para jamás volver a la Presidencia. ¡Eso es Estados Unidos!
-Gracias por leernos.