El Rey reconoce a Antonio Banderas

Pocos españoles proyectan de una forma tan positiva como Antonio Banderas el nombre de España por todo el planeta, especialmente en Estados Unidos, el país que le dio la oportunidad de convertirse en una de las grandes estrellas del cine. Y eso es lo que ha querido reconocer el jurado del premio Camino Real 2017, que el Rey entregó el pasado miércoles al actor en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.

Banderas ya está recuperado de los tres stent que le colocaron tras superar un infarto el 26 de enero, y tres meses después de la intervención asistió a la ceremonia con su pareja, Nicole Kimpel.

No obstante, el actor reconoció que «mi cuerpo me ha aconsejado un cambio de estrategia, un nuevo plan que incluya el reconocimiento intrínseco e irrefutable de que el tiempo pasa. Hoy sé que la naturaleza es una dictadura implacable» y que «la muerte es poco democrática», agregó. Por eso, ahora ha vuelto a instalarse en España, su casa, donde espera «reinventarse» y llevar una vida más saludable.

Una relación muy cercana

Don Felipe y Antonio Banderas se conocen desde hace muchos años y han coincidido en varias ocasiones tanto dentro como fuera de España. Pero hay un detalle que Banderas nunca olvidará y es la llamada telefónica que recibió en febrero de 2008 de los entonces Príncipes de Asturias para darle el pésame por la muerte de su padre, José Domínguez, a los 87 años de edad. El actor había abandonado todos sus proyectos profesionales para trasladarse a Marbella y cuidar y acompañar a su progenitor en sus dos últimos meses de vida.

Cuando falleció, Antonio pasaba por uno de sus momentos más duros y agradeció mucho la llamada de los Príncipes. Tanto, que ocho meses después, cuando coincidió con don Felipe y doña Letizia en una recepción en la Embajada de España en México, recordó el gesto ante los presentes. Después, en febrero de 2013, los Príncipes volvieron a coincidir con Banderas en Madrid cuando le nombraron embajador de la Marca España junto al piloto de Fórmula 1 Fernando Alonso y el cocinero José Andrés.

Ya entonces se comprometió en público a asumir la responsabilidad de «defender, ensalzar y potenciar» el nombre de España en el mundo, pero lo cierto es que venía haciéndolo con anterioridad. Nueve meses después, don Felipe y doña Letizia volvieron a encontrarse de nuevo con Banderas en Los Ángeles, durante la cena que ofrecieron el entonces embajador de Estados Unidos en España, James Costos, y su marido, Michael Smith, en su preciosa residencia de Holmby Hills.

Español orgulloso

A sus 56 años, Banderas ha recibido muchos reconocimientos por su valía profesional, entre ellos el Goya de honor 2015, pero en esta ocasión no se premiaban sus dotes como actor. Lo que han valorado el Instituto Franklin y la Universidad de Alcalá de Henares, que otorgan el premio Camino Real, es su forma de promocionar el nombre de España en América del Norte.

Lo que se ha premiado es su forma de promocionar el nombre de España en América del Norte

Y es que Banderas siempre ha defendido sin complejos y con orgullo su tierra natal, pero sin caer en papanatismos. «Lo que necesita España no es un presidente sino a un psicólogo que nos tumbe a todos en el diván y nos diga que somos mejores de lo que creemos», ha afirmado el actor en varias ocasiones. Tras recoger el premio Camino Real de manos del Rey, el actor hizo gala de su habitual sencillez y, para evitar caer en la vanidad, pronunció el discurso hablando de sus «dos yo»: uno es José Antonio Domínguez, nacido en «la bella ciudad Málaga» en 1960, y el otro, Antonio Banderas, nacido mucho después «en los locos años de la movida madrileña». Dice que el primero «enseñó a mirarse en el espejo» al segundo para evitar que se convirtiera «en aquello que uno critica».

Después, cuando don Felipe cerró el acto de entrega con un discurso, añadió unas palabras improvisadas con un toque de humor en alusión a esa doble personalidad del actor: «Me alegro mucho que hayáis venido los dos: José Antonio Domínguez, también».

Y con esta doble personalidad, el actor relató cómo descubrió que España era «un gran país», mientras deambulaba por la ciudad de Nueva York. Fue entonces cuando pensó que «los límites de España no acababan en sus fronteras físicas» y que la demarcación la establecían «sus pintores, sus músicos, sus escritores, sus pensadores, sus intelectuales, sus científicos y sus investigadores, y un explosivo pueblo de espíritus libres e indomables. Eso es lo que hacía y hace a España un país grande», afirmó en su discurso en Alcalá. E invitó a todos a «no sentir vergüenza por sentir lo que se siente y a sacudir los complejos». ♥

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