El Presidente y los estudiantes

Por José Reyes Martínez

 Especial/Caribbean Digital

 

SANTIAGO, RD./Tras asumir el poder el pasado 16 de agosto, el presidente Danilo Medina dejó bien en claro que la conducción del Gobierno iba dirigida al bienestar de la gente, la salud y la educación, como factores  en el que se cimenta  el desarrollo de los pueblos.

Presidente Danilo Medina.

Entre los objetivos del Presidente está la asignación del 4% a la educación a partir del 2013, con el proposito de impulsar cambios que contribuyan con la calidad de la enseñanza, el aprovechamiento por los estudiantes de las pruebas nacionales y la reducción de la deserción escolar.

Además, el jefe de Estado busca desarrollar de un Programa de alfabetización que enseñe a leer y escribir  700 mil personas pobres que residen en distintas comunidades del país, para elevar su nivel de vida e involucrarlos al mercado productivo.

Pero igualmente, el presidente Medina abriga el sueño de edificar un sistema de salud, cuya cobertura aplique por completo para todos los ciudadanos, en procura de que este bien social sea de acceso fácil y de calidad para los hombres, las mujeres y niños del pueblo.

Esa preocupación de las autoridades por la salud colectiva, se sustenta en que el cuidado de las buenas condiciones físicas de los ciudadanos, con el apoyo de buenos médicos, les permiten a la nación y la economía contar una fuerza laboral y académica más optimista, dinámica y productiva.

Como se puede ver, son excelentes enfoques sociales del presidente Medina, para elevar la calidad de vida de los dominicanos y sentar las bases del desarrollo. Pero en lo que respeta a sala salud del pueblo, y especialmente a los estudiantes de términos de la carrera de Medicina, hay un problema  que debe ser bien ponderado por las autoridades.

Por ejemplo, los estudiantes de medicina de la UASD, que han concluido con el programa de estudios, entran al nuevo proceso de Preinternado e Internado, cuya labor que consiste en dar asistencia médica  en los hospitales públicos, los mismos al que acuden los pobres y marginados de la sociedad. Un agotador proceso de prácticas medicas que tiene una duración de 16 meses.

Cuál es el asunto? La respuesta es que la mayoría de los estudiantes de Medicina de la UASD son jóvenes pobres que residen en los sectores populares, y no cuentan con los recursos para afrontar con entusiasmo las responsabilidades de  los últimos ciclos de  su  carrera profesional.

Me explico: una buena parte de esos estudiantes, además de que tienen que hacer magia para obtener el dinero del transporte que lo lleva a los hospitales, sea en la capital o provincias, pasan los días en los  centros hospitalarios sin la posibilidad de comprar alimentos que les permitan reponer sus energías y trabajar con agrado y eficacia.

Qué hacer?  El Banco de Reservas bien podría especializar un fondo, como lo hizo con el Programa de apoyo a las Pequeñas y Medinas  Empresas (Pymes),  para que los estudiantes, tras concluir con el programa  de Medicina, tengan acceso un préstamo de 20 mil pesos mensuales, para solventar con dignidad los últimos ciclos de sus estudios universitarios.

Una deuda que bien podría ser saldada con servicio al Estado o cuando el egresado entre al mercado laboral a prestar sus servicios médicos. Ojalá que esta sugerencia sea bien analizada por las autoridades, que desde su inicio han dado muestras de que el bienestar humano es lo primero en su agenda de gobierno.

El autor es periodista

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