El PLD está a tiempo aún de reaccionar y no perderlo todo

Por Tessie Sánchez

Especial/Caribbean Digital

SANTO DOMINGO./ El Partido de la Liberación Dominicana se encuentra inmerso en los trabajos organizativos de la convención del 26 de junio en donde la militancia escogerá a su candidato de cara a las elecciones presidenciales del 2012.

Tessie Sánchez. Fuente externa.

El candidato electo dentro de esa contienda ha de enfrentar grandes retos, no sólo para mantener la unidad del partido tras la ausencia de Leonel Fernández como opción presidencial, sino, para asegurar una permanencia en el poder ante vaticinios nada halagüeños basados en los resultados de las encuestas publicadas recientemente, en donde la población muestra un elevado rechazo ante lo que entiende ha sido un mal manejo económico por parte del Gobierno y falta de voluntad para el combate a la corrupción administrativa.

Ante el escenario actual dentro de la campaña interna del partido oficialista, el Licenciado Danilo Medina muestra una cómoda posición para asegurar la candidatura, según esas mismas encuestas. Danilo tendrá que llevar esos resultados a las urnas, obteniendo el 50+1 de la intención del voto de una militancia, que no del todo está conforme con las ejecutorias de su Gobierno y quien no quiera reconocer éste punto dentro del PLD, peca de ciego y desconocedor de la realidad de su organización.

Primeramente el PLD necesita con urgencia renovar en un gran porcentaje su dirigencia. El rechazo del que se habla no es protagonizado única y exclusivamente al presidente Fernández, sino a una gran parte de su tren gubernamental, quienes durante los 3 períodos gubernamentales de Fernández, han sido los mismos, sin darle paso ni oportunidad a una gran cantidad de miembros del partido con sobrada capacidad y sangre nueva, para dirigir las diferentes dependencias estatales.

Tenemos años  y años, viendo como las mismas caras, son rotadas como bolas de ping pong de un puesto a otro, sin importar las quejas, las denuncias, las dudas y sobre todo, la ineficiencia de muchos en el desarrollo de sus funciones, aunque existen, y hay que reconocerlo, funcionarios que si han dejado una estela positiva tras su paso.

El nuevo candidato del PLD debe arrastrar consigo toda una corriente nueva a lo interno de esa organización, que pueda despertar la esperanza no sólo de sus militantes, sino del país en general. No puede bajo ninguna circunstancia, dejarse ensombrecer con caras que representan la parte más negativa ante la población.

Igual sucede con la persona que finalmente complete el binomio de la boleta. Deben lograr una combinación que se aparte un poco de la actual coyuntura gubernamental y que pueda sumar desde lo externo, tantos votos como pueda pues, no creo bajo ninguna circunstancia, que teniendo como contendor a Hipólito Mejía, el partido de Gobierno pueda ganar por sí sólo sin el apoyo del PRSC ni la Fuerza Nacional Progresista teniendo una lastimosa tasa de rechazo en los actuales momentos.

Aun cuando el PRD tiene definidos sus candidatos producto de una alianza estratégica, pienso que el partido morado, puede tomarse tiempo para completar su boleta. La prisa no es buena consejera. La realidad de hoy no necesariamente será la de mañana y la coyuntura del momento más próximo a las elecciones presidenciales, puede ir marcando claramente, cuál sería el nombre ideal para la candidatura vicepresidencial.

A poco menos de un año de las elecciones, el  PLD está a tiempo para no perderlo todo y el gran protagonista es el Presidente Fernández quien para apoyar al candidato de su partido, debe tomar de inmediato medidas que lleven cierta seguridad a los dominicanos, no generando más incertidumbre con amenazas impositivas, dando muestras reales de austeridad en las instituciones del Estado, apretando la muñeca ante las tantas denuncias de casos de corrupción administrativa y sobre todo, recuperando la fe de todos aquellos que contra todos los presagios de la oposición, confiaron en él una vez más para mantenerlo en su tercer mandato en la Presidencia.

Con esto, no sólo gana el partido… el más beneficiado sería el país.