Una semana después de conocer que Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana están divorciándose, ni el uno ni el otro se han pronunciado al respecto. Sí lo ha hecho el abogado de ella o los padres de él, pero los protagonistas parecen haberse quedado mudos.
Al margen de que la situación no invita a salir y dar grandes explicaciones, al menos de momento, existe un punto en el acuerdo prematrimonial, firmado el 15 de noviembre de 2007, que no haría recomendable que hablasen.
En el mismo se recoge que, en el caso de disolución matrimonial, se comprometían a «no difundir, directa o indirectamente, información alguna obtenida como consecuencia de su común relación, tenga esta contenido personal, patrimonial o vinculaciones familiares».
Así que, en una situación tan complicada con la prensa tratando de sacar hasta el más mínimo detalle, lo más lógico es que Arantxa y Josep sigan callados y dejen en manos de sus defensas un trago amargo que esperan solucionar de manera rápida e indolora.
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