El latir de la Ciudad Corazón

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“Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida”  Proverbios 4:23 LNB.

Todos sabemos que Santiago de los Caballeros es la “Ciudad Corazón” porque  está  situada en el centro de la isla, siendo la  principal metrópolis de la región central. Sin embargo el corazón de sus habitantes se ha endurecido, el amor se ha ido, por qué?.

Rafael Baldayac
Rafael Baldayac

Santiago necesita latir conforme al corazón de Dios. El origen de la frase “Ciudad Corazón” viene de una canción. El más difundido canto a la ciudad del Yaque, el tema Santiago, grabado por múltiples solistas, del compositor y trovador inmerso en la bohemia,  Juan Lockward.

La palabra «corazón» se menciona 743 veces en la Biblia, y se utiliza en varios contextos. Las referencias que tienen mayor significado para los cristianos involucran la representación de los deseos o voluntad de una persona. Dios desea que la gente lo ame con todo su corazón. Cuando se alejan, Dios desea que regresen a Él con todos sus corazones.

¿El pasaje introductorio quiere decir que Dios puede mirar al órgano biológico que bombea la sangre en nuestro cuerpo?

Aunque hay pasajes bíblicos que pueden hablar del corazón como el órgano biológico indispensable para la vida física (Genesis 18:4,5; Levitico. 17:11); la mayoría de las veces que encontramos el término “corazón” en la Biblia, no se refiere al órgano biológico que bombea la sangre en nuestro cuerpo.

Cuando la Biblia nos habla del corazón, hace referencia al «alma», «el ser interior», el lugar donde se sientan las emociones, los pensamientos, lo mas profundo del ser, lo que lo mueve a pensar, a actuar, a tomar decisiones y a obrar.  Es una referencia al espíritu del hombre que gobierna todo lo que el es. Eso es el corazón.

Jesús dijo que «donde está tu tesoro está tu corazón también»: Nos aconseja «ser cautelosos» (Lucas 12:34). Dios desea que tu corazón se enfoque en él. «Ama a Jehová tu Dios con todo tu corazón y toda tu alma y toda tu mente» (Mateo 22:37):

La concepción hebrea de la palabra “corazón” lo señala como el centro que gobierna todo el ser y, por consiguiente, todas sus acciones. La Biblia usa la palabra corazón para referirse a los aspectos emocionales, intelectuales y volitivos, entre otros usos.

Sabemos que estas tres partes se encuentran en el alma, por lo tanto, bien podría decirse que el corazón es también el alma, de acuerdo a las Escrituras. En el Nuevo Testamento, la palabra corazón es sinónimo de persona.

Desde el Antiguo Testamento, Dios muestra al hombre la necesidad de arrepentimiento y conversión del corazón, haciendo notar que se necesita un corazón nuevo: “Y les daré un corazón nuevo, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne” (Ez.11:19).

El corazón de los israelitas es el prototipo del corazón de todo el género humano, con excepción del Señor Jesucristo. Esteban reprochó a los judíos: “¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos!” (Hech.7:51).

De manera que el corazón incircunciso es el corazón no regenerado. Es aquel que aún no ha experimentado el nuevo nacimiento.  El Espíritu Santo de Dios es el que regenera el corazón llenándolo de la vida de Cristo. Nacer del Espíritu es volver a nacer:

Una vez que la persona está regenerada, ha de aprender a ser manso y humilde de corazón. Aunque  tenemos un corazón nuevo y un espíritu nuevo dentro de nosotros, aún quedan los surcos y las huellas que dejó el dominio del antiguo corazón.

Nunca pierda de vista el carácter de Cristo, porque  los demás nos ven a nosotros y no al Señor en nosotros. ¿Qué pasa? Jeremías dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas” (17:9).

Salomón dice a su hijo: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón” (Proverbios 4:23). El Señor Jesucristo dice a las iglesias: “Yo soy el que escudriña la mente y el corazón” (Apocalipsis 2:23).