Los que aún recordamos la boda entre Carlos de Inglaterra y Lady Diana Spencer, imposible olvidarse de aquel horrible vestido de tarta de fresa, tenemos fresca la proporción de las alturas de la pareja. Lo confirma Google: él medía 1,78 y ella, exactamente lo mismo. Ella nunca fue menuda, aunque la fragilidad de su gesto pudiera sugerirlo. En realidad, se parecía más a una amazona. Por eso ha llamado tanto la atención un viejo sello que las redes han recuperado esta semana: los Príncipes de Gales posan como si ella le llegara solo al pecho. ¿Por qué disminuir a Lady Di? ¿Miedo? ¿Machismo? ¿Misoginia?
Contra todo pronóstico, lo que empezó como una anécdota indicativa de cómo las reglas de la sociedad más conservadora obligan a las mujeres a ir unos centímetros por debajo de los hombres se ha convertido en una bola de nieve. Varios tuiteros se han dedicado a recopilar las fotos oficiales que la pareja hizo circular durante sus años de matrimonio, y el resultado es impactante: en todas absolutamente todas las fotografías, ella parece mucho más bajita que él. Como si hubiera menguado 15 centímetros.
El shock que hoy producen estas fotos, que en su momento no suscitó comentario público alguno, da muestra de cómo ha cambiado la posición de las mujeres en la sociedad y la concienciación al respecto de sus derechos y dignidad. Ahora, lo único que vemos en las fotos es un hombre que percibe que su masculinidad es frágil, y que por ello necesita que la mujer a su lado mengue. No sabemos si tal decisión era cosa del príncipe Carlos o, simplemente, una convención social. En todo caso, hoy sería impensable que cualquier princesa se agachara voluntariamente para confirmar la superioridad de su esposo. Sería un escándalo.