El asesinato de JFK ayudado por su mala espalda, según los registros

El clan Kennedy guardó de cerca la verdadera extensión de los problemas médicos de John Kennedy mucho después de su muerte.

"Me sorprendió la profundidad del dolor de Kennedy, "Dijo Dowdy. "Cuánto tiempo soportó el dolor a pesar de su corta vida, cómo afectó su vida y cómo fueron capaces de ocultar la mayor parte de eso del público y ciertamente de sus adversarios políticos".

Pait estuvo de acuerdo: "Era uno de nuestros presidentes más jóvenes, y también uno de nuestros presidentes más enfermos. Sin embargo, fue importante políticamente para él mantener la apariencia de juventud y vigor ".

Un niño enfermizo: Kennedy tenía fiebre escarlata en 2 años: pasó su adolescencia dentro y fuera de los hospitales con dolor abdominal y en las articulaciones, síntomas parecidos a la gripe y pérdida extrema de peso. A la edad de 15 años, Jack (el apodo de su familia) pesaba solo 117 libras, según la investigación de Dallek. Al año siguiente, preocupados de que pudiera tener leucemia, los doctores comenzaron a revisar regularmente su conteo sanguíneo. Después de una serie de pruebas en la Clínica Mayo, sus médicos le dieron un diagnóstico diferente: enfermedad de úlcera péptica, o lo que ahora llamamos colitis.

Harvard también fue el origen de una nueva dolencia: dolor de espalda crónico. Comenzó cuando fue atacado de lado durante un partido de fútbol, ​​posiblemente dañando un disco espinal. Comenzó a usar un corsé regularmente. se abrazó para estabilizar su columna vertebral y controlar su incomodidad.

"Fue sorprendido por ese tackle, nunca supo que venía", dijo Pait. "Tenía un horrible dolor de espalda"

El costo de la guerra

Después de la universidad, fue ese dolor de espalda, junto con su extensa historia de otros problemas médicos, lo que mantuvo a Kennedy lejos de su siguiente sueño: servir a su país en la Segunda Guerra Mundial. Primero el Ejército y luego la Armada. lo rechazó. Pero Kennedy no se dio por vencido, y con la ayuda de los contactos políticos de su padre, fue aceptado en la Marina en 1941.

"Lo logró a través de la Marina Oficial Candidate School en 1941 y luego falló su físico nuevamente ", dijo Pait." Y luego comenzó el PT, o Patrol Torpedo, experimento en bote. Una vez más, decidido a hacer algo más que sentarse en un escritorio, Jack sacó más cuerdas. Se metió en el programa de entrenamiento de bote de PT a pesar de todos sus problemas médicos y su dolor de espalda. "

"Kennedy era un nadador fuerte. El océano siempre fue parte de todo el entorno de Kennedy, por lo que creció en el agua cuando era niño ", dijo Pait. Llamó a sus reservas y remolcó a ese tripulante herido. Fue increíble ".

Más tarde esa noche, Kennedy nadó hacia el pasillo, pisando el agua durante una hora mientras escaneaba en vano otros barcos de PT. Durante los días siguientes, él y sus hombres continuaron nadando de isla en isla, Kennedy nuevamente remolcando a un tripulante por sus dientes, hasta que finalmente fueron rescatados.

La valentía de Kennedy le valió la Medalla de la Marina y del Cuerpo de Marines, y por sus heridas, recibió un Corazón Púrpura. el heroísmo también empeoró su lesión en la espalda, asegurándole una lucha permanente con el dolor de espalda.

"Después de regresar a los Estados Unidos, Kennedy siente mucho dolor; las actividades están disminuyendo; ¿Qué hace este hombre? ", preguntó Pait." Haces lo que nadie hace hoy ". Si tiene una disminución de la movilidad, tiene dolor intratable, busca una solución ".

¿Un diagnóstico fallido?

Los médicos continuaron luchando por la causa real del dolor crónico de espalda de Kennedy y la mejor manera de tratarlo. Parte del problema eran las pruebas que se usaban en ese momento.

"En aquel entonces, los médicos introducían una aguja en la espalda e inyectaban un tinte, aire o gas para obtener imágenes de los huesos y los espacios entre ellos ", explicó Pait, un procedimiento llamado mielograma." El tinte era el mejor, pero era permanente. No sería absorbido por el cuerpo y podría causar algunos problemas graves ".

Temeroso de las consecuencias de dejar atrás el tinte en su famoso paciente, los médicos de Kennedy eligieron el aire como el agente para su evaluación. Desafortunadamente, Pait dijo , no proporcionó una visión definitiva del verdadero problema.

"Si Jack Kennedy recibiera tratamiento hoy, obtendríamos mejores imágenes, con resonancias magnéticas e imanes de campo superior y tomografías computarizadas", explicó. "Tendríamos un mejor resultado". imagen de su patología subyacente y sabría si la cirugía era la mejor opción ".

Kennedy tenía la vista puesta en una carrera en política. Con el tratamiento conservador fallando e incapaz de vivir con el dolor, tomó una decisión. Contra el consejo de sus médicos en Mayo, se sometió a una cirugía de columna en junio de 1944, en el New England Baptist Hospital.

"Desafortunadamente, no funcionó", dijo Pait. "Alrededor de seis semanas después de la primera operación, el dolor volvió, y él estaba en forma terrible, solo forma horrible. Y con esa primera cirugía fallida, su campaña continuada contra el dolor estaba en marcha por el resto de su vida ".

Pait y Dowdy examinaron las radiografías pre y posquirúrgicas de Kennedy. Su análisis, realizado a partir del punto de vista de los cirujanos espinales, no encontraron anormalidades en los espacios entre las vértebras y ningún signo de enfermedad ósea subyacente, sospechada durante mucho tiempo debido al uso de esteroides por parte de Kennedy.

"El uso prolongado de esteroides puede causar enfermedad ósea "Pait dijo," pero no vimos que los esteroides habían sido utilizados en la medida en que el hueso cedió. Él no tenía evidencia de ese tipo de fractura, en mi opinión. "

¿Habría mejorado sin cirugía?

" Todos tenemos dolor de espalda, y la mayoría de nosotros mejoramos y no necesita cirugía ", dijo Pait." ¿Habría caído en esa categoría? Es difícil de decir. El dolor de espalda es muy complejo y difícil de tratar. Creo que eventualmente se habría encontrado en una operación, como lo hizo, porque tenía sueños y no le gustaba este doloroso enemigo con el que estaba lidiando ".

Kennedy expresó su propia decepción por el resultado: "Creo que el doctor debería haber leído solo un libro más antes de recoger la sierra". Sin embargo, a pesar de esa opinión, se sometería a la cuchilla dos veces más en un intento desesperado de aliviar el dolor.

El camino al 'Dr. Feelgood'

Desafortunadamente, Kennedy nunca se recuperó completamente de la cirugía de fusión, desarrollando una infección por estafilococo que creó un" agujero abierto, muy abierto y muy enfermo ", según Ted Sorenson , El escritor de discursos de Kennedy. Para febrero del año siguiente, estaba de regreso en el hospital, sometiéndose a cirugía para quitar el plato; sería mayo antes de que pudiera regresar al Senado.

"No era diferente a muchos estadounidenses que sufren de dolor de espalda crónico, en busca de soluciones para resolver su dolor y poder seguir con sus vidas". Pait dijo. "Es una de las razones por las que tenemos una crisis nacional de opiáceos y narcóticos: personas que quieren una solución a su dolor".

De hecho, la siguiente solución de Kennedy fue recurrir a las inyecciones musculares de procaína, una versión de lidocaína, una agente adormecedor que bloquea las señales nerviosas en el cerebro. Según Pait y Dowdy, recibiría "cientos, si no miles" de inyecciones durante los próximos cuatro años, lo que junto con el fortalecimiento muscular y el uso del corsé produjo una mejora "dramática" en su dolor de espalda.

Pero la agotadora campaña que condujo a su elección como presidente en 1960 volvió a afectar a Kennedy, y encontraría alivio en las manos del Dr. Max Jacobson, que tenía los apodos "Miracle Max" y "Dr. Feelgood "para inyectar a sus pacientes con brebajes a base de anfetaminas.

"Se pensaba que la fórmula secreta contenía algo de metanfetamina", dijo Pait. "Inyectó a Kennedy, y eso hizo que el presidente se sintiera fantástico. Estaba drogado y no sentía dolor".

Se dice que Kennedy recibió una inyección del "Dr. Feelgood" justo antes de su famoso debate con Richard Nixon y tres de esas inyecciones en el primer día de la cumbre de Viena con el primer ministro soviético Nikita Khrushchev, lo que no fue bien para Kennedy.

"Kennedy le dijo a la prensa después de la cumbre que Khrushchev 'simplemente me golpeó hasta el infierno'", dijo Pait. "Más tarde, su hermano Bobby confrontó a Jack por los disparos, y Jack dijo: 'Me importa un comino si es meada de caballo, me hace sentir mejor'. La gente dice eso hoy con la epidemia de opiáceos: "¡Me importa un comino lo que diga, necesito mi medicina!"

Un nuevo comienzo

Por fin de 1961, La preocupación por el uso de inyecciones del presidente era tan alta que el contralmirante George Burkley, que había sido médico de la Casa Blanca desde Eisenhower, se hizo cargo de la atención de Kennedy.

Kraus puso a Kennedy en un régimen de levantamiento de pesas, natación, masajes y terapia de calor, y comenzó a tratar de destetar al presidente de la abrazadera de la espalda.

"Kraus sintió que la abrazadera estaba recibiendo en el camino de los ejercicios de fortalecimiento de Kennedy ", explicó Pait. "Por ejemplo, hoy le decimos a la gente que no duerma en el corsé. Tratamos de sacar a la gente del corsé lo más pronto posible porque hace que los músculos se relajen.

" Ahora, en este punto, Kennedy tenía estado usando el aparato ortopédico la mayor parte de su vida adulta ", dijo." Para JFK, su aparato ortopédico era como la manta de Linus, el personaje de Peanuts. Kennedy tuvo que tener esta llave. Lo hizo sentar derecho y le dio alivio del dolor ".

Casi de inmediato, el nuevo enfoque tuvo beneficios "dramáticos", dijo Pait, y Kennedy estaba en camino a recuperarse del dolor de espalda, tal vez por primera vez en su vida . Luego, en agosto de 1963, apenas unos meses antes de la visita a Dallas, Kennedy se tensó la espalda y comenzó a confiar nuevamente en el aparato ortopédico, a pesar de las preocupaciones de su médico.

"Kennedy le dijo a Kraus: 'Mira, cuento ¿Qué? Cuando regrese de Dallas, me iré del corsé, pero debo usarlo para este viaje. Tengo que quedarme bien. Quería poder sentarse alto y saludar a la gente ", explicó Pait.

" Y, por supuesto, nunca sabremos si hubiera sobrevivido si hubiera seguido los consejos del médico y se hubiera deshecho " de eso. "