Las autoridades de Donbass, en el este de Ucrania, han informado de que pese a las presiones y el aislamiento impuesto por Kiev contra sus territorios, han atendido las necesidades de la población que fueron privadas por el Gobierno ucraniano.
«Para Kiev esta es una lejana región turbulenta«, pero para las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk «es su tierra y su gente», por lo que sus autoridades tratan de hacer todo lo posible para apoyar a sus conciudadanos a los dos lados de la línea de demarcación, reza un comunicado emitido por las autoridades de las dos repúblicas.
En el texto se recuerda además que «Donbass nunca deseó un conflicto, y lo que únicamente querían era ser escuchados«. Y ahora solo «se defiende con el fin de preservar una vida normal para su pueblo». «El conflicto en Donbass dura más de tres años y en este tiempo las autoridades ucranianas han intentado hacernos daño de diferentes formas, a través de un bloqueo económico y de transporte, cortándonos el suministro energético y de agua, con constantes bombardeos y destruyendo deliberadamente nuestra infraestructura», denuncia el comunicado.
A pesar de todo esto, Donetsk y Lugansk han creado diferentes programas sociales, económicos, educativos, sanitarios, deportivos, culturales y humanitarios para atender las necesidades de la población local. Sin embargo, el documento lamenta que muchos de los residentes de los territorios de Donbass controlados por Kiev están privados de las necesidades básicas que garantiza la Constitución ucraniana.
«Ucrania se negó unilateralmente a reconocer a los ciudadanos de Donetsk y Lugansk privándoles de sus pensiones y prestaciones sociales, favoreciendo el bloqueo y persiguiéndoles. Cientos de personas se encuentran en las zonas controladas por los llamados batallones de voluntarios, que no son otra cosa que bandas armadas que realizan actos de terror contra la población civil», denuncia el comunicado emitido por las dos repúblicas.