Redacción/Caribbean Digital
SANTIAGO.- Juan Carlos Liz, concejal y miembro de la Comisión Política del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), consideró que el acuerdo con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el Gobierno central ha sido el peor engaño a la base y dirigencia media de la organización.
“Yo soy un hombre de la base de mi partido, no me puedo quedar callado, esto es una injusticia y lo peor de todo es que los culpables no son el PLD y Danilo Medina, no, es la dirigencia nuestra en la capital”, afirmó.
Dijo que a un año del acuerdo los dirigentes perredeistas siguen penando por un empleo. Criticó que mientras esto sucede, por otro lado, la dirigencia alta y sus familiares están cobrando en el gobierno.
“Nos engañaron en nuestro propio partido, a un año de supuesto Gobierno Compartido ahí están los dirigentes de base y medio del PRD penando por un empleíto y la dirigencia alta, sus hijos y familiares están cobrando”, explicó.
El concejal del PRM en el ayuntamiento local manifestó que su equipo es el más poderoso en Santiago, y que en todos los escenarios se la ha jugado por el PRD y Miguel Vargas.
Recordó que cuando nadie se atrevía a salir con Miguel le hizo un multitudinario acto en la zona b, en los momentos de más crisis y tensión, cuando nadie echó palante, “mi equipo en Santo Domingo tomo las armas y enfrentó a lo sedicioso”
Liz manifestó que el PRD debe abocarse al rompimiento de ese pacto con el PLD, con el gobierno, “el PRD no puede ser bisagra política, Danilo Medina no va a cumplir con los compañeros, no lo va a integrar al gobierno, y así nadie va a trabajar política en el PRD”.
Indicó que el presidente del PRD, Miguel Vargas debe entender la situación y debe bajar a la base para que vea cómo están los disgustos y el desánimo de los cuadros del partido.
“Si esta situación sigue así no tendremos partido, nadie va a trabajar por el PRD, el PLD nos comparas los pocos dirigentes que nos queden”, advirtió Juan Carlos Liz.
Explicó que el PRD tiene dos salidas, que Danilo Medina haga un gobierno compartido de verdad, integrando a los dirigentes al gobierno y cumpliendo los objetivos programáticos o que el PRD se desprende del gobierno y participe en un gran frente de perredeistas y peñagomistas por un gobierno de unidad nacional.