Dictadura de Trujillo, régimen sangriento sin ejemplo en América Latina

Luz María Fernández Gil

Magíster, Profesora  de UTESA

Especial/Caribbean Digital

A 52 años caída del sátrapa, analizan control unipersonal del Estado.

SANTIAGO, RD.-Una dictadura se puede considerar como una forma del ejercicio despótico del poder social y político; integrada por una variedad y cantidad de poderes de opresión, o sea, de mecanismos y espacios para subordinar y dominar a la gente; campo  vasto y variado de fuerzas con una gran complejidad, es una gran alianza y pacto  político de fuerzas dominantes en una determinada nación.

Trujillo
Trujillo

El 30 de mayo  se conmemoran 52 años de la dictadura trujillista, tema que hoy día sigue acaparando la atención y es foco  de amplia discusión y análisis por parte de historiadores, sociólogos, políticos y entidades dominicanas de diversa índole.

La dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina, que prevaleció 31 años. Constituye un largo periodo, que sigue al horacismo a partir de 1930, la misma, se caracterizó por el militarismo, el personalismo y el despotismo de su máximo caudillo y exponente: Rafael Leonidas Trujillo. Fue integrante de la Policía Nacional, que crearon con sus intenciones interventoras los norteamericanos, durante la intervención de 1916-1924. Derrocado el gobierno  de Vásquez, el país tuvo un gobierno provisional, en la persona de Rafael Estrella Ureña, hasta que se organizaron elecciones libres que postulaban por un lado Trujillo, presidente y Estrella Ureña vice-presidente y por otro lado Velásquez presidente y ángel Morales vice-presidente.
Mientras Trujillo Molina se movía libremente por el país en campaña, Velásquez era coartado por los militares y esto conllevo a su renuncia, y entonces la candidatura de Trujillo quedaba con el terreno exclusivo, por lo tanto,  fue la ganadora, es así, como Rafael Leonidas Trujillo Molina, empieza a andar su maquinaria con sudores de sangre, sembrando el terror a través de una banda de malhechores denominada “La 42.”

Desde el inicio de su largo régimen, Trujillo se hizo acompañar de hombres títeres que operaban bajo sus directrices. Vargas Llosa, en su libro la Fiesta del Chivo, hace referencia a que el tiempo de Trujillo era demasiado precioso para perderlo en los pormenores de algunos de sus desafectos, pero , a la distancia admiraba, como un buen conocedor una preciosa joya, la sutileza y originalidad de uno de sus títeres ( Coronel Johnny Abbes García), el cual libraba al régimen de sus enemigos, donde ni los grupos de exiliados, ni los gobiernos adversarios, pudieron establecer vínculo alguno entre estos accidentes y hechos horrendos y el Generalísimo.”Una de las más perfectas realizaciones, según Llosa, la constituye la muerte de Ramón Marrero Aristy,” el autor de la obra Over, la novela sobre los cañeros de La Romana conocida en toda América Latina.

Trujillo Gobernó con mano férrea, apoyado por el ejército, la escuela, la iglesia y por una pequeña burguesía, servidora del Estado y el Ejército, deseosa de mano fuerte para procurar la seguridad económica en aquellos tiempos inestables y viendo una oportunidad para  escalar hacia posiciones más altas, tal como lo había hecho el propio Trujillo.

Factores que dieron al traste con la crisis del régimen

a) El factor estructural básico de la Dictadura de Trujillo, de su crisis en desarrollo, está referida a que la Dictadura de Trujillo tenía dos componentes sumamente importantes: el monopolio fundamentalmente orientado a consolidar un sector de la burguesía, es decir, a la burguesía trujillista, el monopolio económico.  Aunque existieron capas de la burguesía que no fueron propiamente trujillistas, el sector trujillista subordina el conjunto de los capitalistas a la dinámica de su propio desarrollo.     Es sabido perfectamente bien que Trujillo desarrolló una cantidad apreciable de monopolios, “estatales” y “privados”, y que en poco tiempo, prácticamente a finales de la década de los 30, ya tenía consolidado todo lo que es la hegemonía, el predominio del sector capitalista propiamente trujillista.

b) El deseo de mantener un control sobre las condiciones en que se desarrolla el capitalismo, el trujillismo necesitaba de un sistema político que se correspondiera con esa necesidad.  Se integran en unos partidos, el Partido Dominicano y, a veces, pequeñas aperturas, con la finalidad de manejar los conflictos sociales y los conflictos de clases, se integran nuevos partidarios; todo un aparato de terror político-militar con el objetivo de garantizar el dominio de cualquier expresión social y presencia cultural dentro de los esquemas trujillistas

c) La crisis económica por la que atravesaba el país, como resultado de la crisis que sacudía a los Estados Unidos en los años  de 1957 y 1958 hizo imposible que Trujillo pudiera responderle a su sistema clientelar bajo el estado de iliquidez en que nos encontrábamos, a esto se suma las sanciones de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que se aplicaron a partir de 1960, todo esto agravó la situación del régimen.; asimismo, .las  medidas económicas adoptadas por el trujillismo, empezaron a lesionar los  ingresos reales de los trabajadores en la parte urbana.

Esta situación comienza a variar; la dictadura comienza a perder parte de su constitución geopolítica regional, que era muy importante; y los exiliados comienzan a crear bases de operaciones y a moverse con mayor facilidad, Es así, como Trujillo comienza a perder los favores dentro de los Estados Cubano y Venezolano y de otros países, que él tenía instalados como parte de la coalición de su dictadura. Quiere decir que el debilitamiento del entorno de Trujillo comienza en Venezuela y concluye en Cuba en 1959.

Roberto Cassá en su libro Historia Social Dominicana, señala que, en lo que se refiere a los trabajadores, no pudieron  jugar el papel que habían jugado en la década de los 40, donde encabezaron disidencias, parten al exilio, se cortan esa relaciones históricas de sucesión y, entonces, parte de ellos van a actuar, dependiendo de la acción de la pequeña burguesía. Se quiere  decir con esto, que el poder norteamericano estaba manejando su nueva estrategia de transición geopolítica en la región, que comenzaba a chocar directamente ya con esa forma de organización política que no servía para esa estrategia que comenzaba a reinar.  Entonces, los Estados unidos necesitaban definir el problema que existía con relación a Trujillo.

Delancer, J. en su libro  Desembarco de la Gloria, expone: « Que firmado el armisticio de la Segunda Guerra Mundial, el ascenso de la lucha anti-colonial y democrática y el establecimiento de sistemas políticos de nueva forma acabaron por ejercer presión contra dictaduras latinoamericanas que parecían inconmovibles. En un tablero político que se extendía desde el apéndice sureño hasta la isla de Cuba, los tiranos iban cayendo uno a uno. «

Expresa, Delancer que a esa hora histórica llegaron por Constanza, primero, y por Maimón y Estero Hondo días después los 206 combatientes que protagonizaron el último enfrentamiento militar contra la dictadura.

La radicalización en Venezuela y en Cuba, la radicalización de las capas medias, la redefinición del proyecto de una parte de los exiliados, todo ese contexto va a permitir que se produzca el proyecto de Constanza, Maimón y Estero Hondo en 1959.

 

Influencia de Constanza, Maimón y Estero Hondo en la caída del régimen.

Aunque la “invasión” fue derrotada militarmente, sin embargo, en lo que se refiere a jefatura, al manejo básico de la operación, salen a relucir debilidades que se manifiestan en separaciones de mandos,

La expedición obliga a militarizar más la política, agudiza el despotismo y lo agudizó todavía de manera más violenta hasta el uso del espionaje, la acusación y la denuncia.

Todos los aparatos políticos para estatales fueron destinados a mayor seguridad y con mayor profundidad, con ello se contribuyó a separar cada vez más el sistema político del grueso de la población urbana sobre todo en la ciudad de Santo Domingo.

Insurgencia de las clases que comienzan a actuar abiertamente en el espacio urbano contra Trujillo; sumado a eso sale a relucir el impacto del Movimiento Popular Dominicano (MPD) a partir de junio del 1960. En ese contexto se destaca el conflicto con la Iglesia Católica y su negación de seguir apoyando al régimen. El conflicto con la Iglesia tiene explicaciones muy importantes porque expresa el conflicto de clases en la sociedad dominicana y expresa el proceso de resquebrajamiento de la dictadura, porque la Iglesia Jerárquica era parte de la estructura de poder de la dictadura.

El régimen trujillista sobrevivió a tres expediciones. La violencia y el asesinato fungieron como armas para silenciar las  voces de los desafectos del régimen. Para 1960, debido a las acciones del régimen, las cárceles dominicanas estaban repletas y el asesinato público llegaba a su mayor intensidad con la muerte violenta de las Mirabal, tres hermanas cuyos esposos estaban encarcelados por conspirar contra el régimen y que realizaban un activismo abierto y disidente. La muerte de las Mirabal provoco un resentimiento antitrujillista en todos los sectores sociales.

Varias medidas tomadas por el régimen y la conspiración en contra del presidente venezolano, Rómulo Bentacourt, conllevaron a la pérdida del apoyo de los Estados Unidos al régimen, y consideraron que era preciso eliminar el tirano, y así participaron, junto con partidarios del mismo régimen, ajusticiando al tirano el 30 de mayo de 1961 en momentos en que el régimen se hacía más represivo y sanguinario y aparentaba haber logrado la eliminación total de sus opositores, ocurre su derrumbe. Muerto Trujillo, se inicia, desde el 31 de mayo, una feroz persecución contra los implicados y conspiradores que ocasionan la muerte de Trujillo, y así, encarcelaron y mataron a muchos de ellos.

La conspiración se produjo entre hombres que habían sido opositores y colaboradores del régimen, pero que por una u otra razón se rebelaban. Amado García Guerrero, un teniente del Ejército, miembro de la escolta de Trujillo, fue el hombre clave en pasar el aviso al grupo que lo esperaría en el malecón, en el tramo que hoy se denomina avenida 30 de Mayo, por las inmediaciones de la Ciudad Ganadera.

Modesto Díaz, Salvador Estrella Sahdalá, Antonio de la Maza, Manuel (Tunti) Cáceres Michel, Juan Tomás Díaz, Roberto Pastoriza, Luis Amiama Tió, Antonio Imbert Barrera, Pedro Livio Cedeño y Huáscar Tejeda, esperaban en sus automóviles el paso de Trujillo. García Guerrero debió avisar a los escoltas cuando Trujillo salió del Palacio Nacional aquel día, pero no lo hizo, y en cambio se comunicó con el grupo que esperaba esa noche para el ajusticiamiento. Casi desarmados, el grupo decidió enfrentar a Trujillo, aún cuando no estaban totalmente seguros de que no era escoltado.

Trujillo murió a balazos. Tras la caída del dictador llegaron al país sus hijos Ramfis y Radhamés Trujillo, los cuales se encontraban en Francia.  De inmediato comenzaron la eliminación de los opositores. A un grupo se le hizo un simulacro de juicio, pero finalmente fueron asesinados en noviembre de 1961.

De los que participaron en la acción de la noche del 30 de mayo únicamente sobrevivieron Amiama Tió e Imbert Barrera, porque el grupo mantuvo total silencio a pesar de las crueles torturas a las que fueron sometidos.

Fue mucho después que conocieron los nombres de algunos de los que participaron en la conspiración para eliminar la dictadura. Entre  los ajusticiadores estuvieron algunos españoles, entre ellos, Manuel de Ovín Filpo, Miguel Angel Bissié y Venancio Alzaga.

García Guerrero murió el 2 de junio al enfrentar a los miembros del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) cuando lo fueron a arrestar a su casa en la avenida San Martín en Santo Domingo. El doctor Robert Reid Cabral, quien protegió a Antonio de la Maza y Juan Tomás Díaz, cuando el SIM llegó a su casa se suicidó como una forma de proteger a su familia. De la Maza y Díaz cayeron el 4 de junio en un enfrentamiento con los sicarios en la avenida Bolívar, esquina Julio Verne.

En los primeros días fueron asesinados Mario y Bolívar de la Maza en la cárcel de La Vega; Rafael Augusto Sánchez y Segundo Imbert, en La Victoria; Ernesto de la Maza en la cárcel de La 40; Pirolo de la Maza y Tomasito Díaz en la llamada cárcel del 9.

Los Trujillos fueron expulsados por la presión popular contra los restos de la dictadura. Luego de la muerte del dictador, sobre la República Dominicana se tejió otra realidad y afloraron aire de libertad y democracia, que aún hoy ostentamos y que debemos fortalecer.