José Alfredo Espinal
Editor/Caribbean Digital
El pueblo espera del Presidente que sus “buenas” ejecutorias no sean simplemente los afanes de los primeros 100 días de gobierno.
SANTIAGO, República Dominicana. El presidente Danilo Medina ha comenzado hacer lo que nunca se había hecho. Eliminó tres instituciones del Estado y redujo significativamente el número de viceministros.
Danilo ha planteado un programa de alfabetización, solucionar el problema que atraviesa el sector La Barquita en Santo Domingo y otorgar el 4% a la Educación.
El nuevo Presidente de la República tiene un estilo diferente a los mandatarios tradicionales. No hace bulto con guardaespaldas, viste sencillo y personalmente está dando la cara a los problemas nacionales y eso es bueno.
Danilo, en ese aspecto, inició bien sus funciones como jefe de Estado.
No es una manera de congraciarse con el mandatario de la nación. Es resaltar lo que anda bien.
Aplicar el estilo bochista como Presidente cae pesado en un país y en un partido como el que milita que hace rato que olvidó esos principios.
Parece que Danilo no solo quería ser Presidente de todos los dominicanos, sino que busca ser recordado por hacer lo que nunca se había hecho.
El Presidente, con su hermética forma de gobernar, su estilo de perfil bajo, pero de accionar decidido y sin miedo, busca llevar una señal clara de lo que será su mandato de 4 años.
Danilo, sin embargo, debe cuidarse de sus enemigos internos, más que los que de una u otra forma son sus adversarios desde afuera. Que recuerde que muchas veces, como dice la Palabra “el enemigo está en su propia casa”.