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Un gesto tan común en Occidente como abrazar a una persona que acaba de perder a un ser querido está siendo objeto de debate en Irán. Y curiosamente, el protagonista de esta historia esMahmoud Ahmadineyad, su ‘todopoderoso’ presidente.
Una ausencia sonada en el funeral de Chávez
Ocurrió el viernes pasado durante el funeral de Hugo Chávez en Venezuela, cuando el mandatario iraní intentó consolar a la desolada madre del presidente venezolano. Elena Frías apoyó su cabeza sobre el hombro del iraní, mientras que ambos entrelazaban las manos.
Un gesto cariñoso y de consuelo que no ha sido interpretado de la misma manera en el país persa, ya que según la cultura islámica las demostraciones públicas de afecto son consideradas adulterio.
Multitudinaria despedida a Chávez en Caracas
Las reacciones han sido diversas y en su mayor parte critican al presidente por este gesto:
“Semejante acto por un prominente funcionario del Ejecutivo se opone al comportamiento de un musulmán, que está limitado por sus compromisos religiosos”, manifestó el parlamentario Mohammed Dehghan en declaraciones recogidas por Al Arabiya
Por su parte, Mohammed Taghi Rahbar fue mucho más explicito en sus opiniones: “Ha perdido el control”, declaró.
Ahmadineyad besa el féretro de Chávez