Cristina Lasvignes, de reina de las ondas a empresaria de éxito

Periodista y conductora durante años del programa ‘Hablar por hablar’ –cadena SER–, se ha convertido en una de las mujeres de más éxito en la hostelería en España. La madrileña Cristina Lasvignes (39) es una de las empresarias más cotizada del momento. Ella y su marido, José Manuel García (42), han conseguido ser los accionistas mayoritarios del triángulo de moda de la gastronomía y de los lugares de ocio y marcha de Madrid.

Los tres pilares de la empresa montada por Lasvignes y su marido son Nubel, en la calle Argumosa 43 –el restaurante del Museo Reina Sofía–, La azotea, en el Círculo de Bellas Artes, y La azotea forus, en el mercado de Barceló. Junto a estos tres grandes restaurantes se encuentran Las terrazas de Valdebernardo. «Mi marido siempre ha sido la cabeza pensante en los temas empresariales. José Manuel es quien ha liderado todos los proyectos y mi traspaso de los medios de comunicación a las empresas ha sido muy fácil, casi natural. Era ponerme a su lado», confiesa.

Mis compañeros en la tele fueron mi gran regalo»

Lasvignes y García contrajeron matrimonio en verano de 2009, cuando ella conducía Tal cual lo contamos, en Antena 3. Tienen dos hijos, Aitana (3) y Jacobo (1). Cristina aterrizó en la cadena en septiembre de 2008. En aquel momento presentaba y dirigía el programa de noche de la SER. Durante un tiempo compaginó radio y tele, pero, meses después, tuvo que tomar una decisión: «De la radio a la tele fue un gran cambio. Mi llegada a Antena 3 fue vertiginosa. No conocía el medio y fue complicado. Por suerte me rodeé de un gran equipo que me puso las cosas muy fáciles. Mis compañeros fueron mi gran regalo. Algunos, hoy son amigos».

Lasvignes hace balance en ‘Corazón’ de sus últimos años. «En 2007 no podía imaginar que mi mejor amigo se iba a convertir en mi marido y padre de mis hijos. Tampoco podía imaginar que iba a ser popular en la televisión y que en tan poco tiempo la popularidad se iba a convertir en una anécdota divertida y curiosa», recuerda.

«Ahora vivo el ser una empresaria de moda de Madrid con prudencia, con ilusión y sabiendo que esto es un oficio y que hay que trabajar todos los días. Como viví la radio y la tele», explica.

El proyecto de ayudar

Ella y su marido están implicados en el proyecto Titán por la Unidad Cris, que es la unidad de terapias avanzadas para la lucha contra el cáncer infantil en el madrileño Hospital La Paz. «Por circunstancias familiares estamos en este tema. Queremos dar, al menos, parte de lo que nos han dado a nosotros en el Hospital La Paz», cuenta.

Amigos de Lasvignes nos aseguran que su vida no ha cambiado ni sus costumbres tampoco. Se escapa siempre que puede a su escondite madrileño: el pantano de San Juan. Allí habita la reserva al derecho de admisión. Solo acceden sus amigos. Lasvignes no escucha Hablar por hablar por tema de horarios, pero está al tanto de programa. Una de sus grandes amigas es Adriana Mourelos, una de las directoras y conductoras del espacio hoy. «Tengo mi grupo de la radio con quien quedo a cenar de vez en cuando. Y mis cuatro grandes amigos de la radio salieron del programa: Adriana Moruelos, Paqui Ramos, Juan Aranaz y Yeray Martínez», dice.

Cristina mira siempre al futuro como una vuelta a empezar: «Sí, hay proyectos en televisión, aunque no hay nada confirmado. Y no se descartan reencuentros (ríe)». Sabe más de lo que dice. Sus proyectos son casi realidades.

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