Por Domingo Hernández
Hace poco se anunció que los Nacionales de Washington habrían ofertado al dominicano Juan Soto 180 millones de dólares por 10 años.
La noticia no tuvo gran repercusión al parecer por el hecho de que Soto, como que no hizo caso a la oferta o, más bien, no le interesó.
Esto, porque no se dio a conocer ninguna respuesta de su parte al respecto. Da la impresión de que el jovencito fue asesorado en ese sentido para que no aceptara.
Y lo cierto es que la oferta es bastante tentadora, en razón de que automáticamente le asegura su futuro y el de su familia.
Sobre todo, si se toma en cuenta el hecho de que un jugador de béisbol suele ser vulnerable y en cualquier momento, aún cuando esté disfrutando de la mejor salud, puede lesionarse y ahí comienza a debilitarse su carrera e incluso podría hasta colapsar definitivamente, en el peor de los casos.
Soto, no osbtante, y su agente, saben que, conforme a como está el mercado beisbolero y en consonancia con el gran talento que posee, pueden conseguir mucho más dinero si se aguanta un poco más y no se desespera.
Es habitual en muchas organizaciones, firmar a jugadores jóvenes bastante temprano cuando les ven un talento fuera de lo común. Y en ese contexto, puede servir a manera de ejemplo, el caso del también criollo, Eloy Jiménez con los Medias Blancas de Chicago.
Los Medias Blancas «amarraron» a Jiménez, jardinero de 22 años de edad, por seis años y 43 millones de dólares cuando éste no había tirado una bola en Grandes Ligas,para de paso, pactar el contrato más grande para un pelotero sin haber debutado en las Mayores.
Jiménez aseguró su futuro con su decisión. Soto, de su lado, al parecer prefiere darse más tiempo.
Habría que ver quién sale ganando en este caso, si el equipo o Soto. A simple vista la decisión es inteligente, pero también riesgosa.
Por lo pronto, ha comenzado ganando Soto, ya que su cotización va en aumento y en la medida en que el tiempo avanza y él va acumulando méritos a su carrera -como lo que hizo el pasado martes, ocasión en que conectó el hit de oro para que su equipo pasara a la serie divisional ante los Dodgers y eliminara a los Cerveceros-, su precio irá en aumento.
Empero, también se arriesga a sufrir una lesión o a que su producción tienda de disminuir en los años por venir por una u otra causa que podría presentarse y que suelen ser parte del béisbol.
Rompió el maleficio…
Soto fue bailoteado para ganar el premio de Novato del Año en el 2018, su primero en liga grande, y estuvo peleando bien de cerca con el venezolano Ronald Acuña Jr, Bravos de Atlanta, quien finalmente se quedó con el galardón.
En esa oportunidad el nativo de Santo Domingo, bateó para 292, con 22 jonrones, 70 carreras anotadas y 77 remolcadas, en 116 juegos jugados y 414 turnos agotados, en el período regular.
En esta temporada, el quisqueyano acaba de romper el llamado maleficio del primer año, ya que podría decirse que superó los números que puso la estación pasada. Bateó para 282, con 34 vuelacercas, 110 carreras anotadas e igual cantidad de impulsadas, en 150 partidos jugados y 542 veces al bate.
Mas, todo hace indicar que el muchacho, con un cúmulo de cualidades extraordinarias, va a seguir mejorando ya que tan sólo cuenta con 20 años a cuesta -cumplirá 21 el próximo 25 de octubre-. De ser así, como se espera, entonces su valor en el mercado podría ponerse «por las nubes» y los Nacionales, si quieren retenerlo, tendrán que darle todo el dinero del mundo. Ello dependerá, sin embargo, en buena medida, de cuán saludable pueda mantenerse. La calidad está ahí. Ya veremos. PARA QUE LO APRENDAS O LO RECUERDES:Las 511 victorias y los 749 juegos completos de Cy Young, figuran entre los récord más difíciles de romper en Grandes Ligas. !Suena la campana! !Climmp!