Congresistas vs bancos comerciales !muy bien!

POR LUIS RAMON POLANCO 

Especial/Caribbean Digital

SANTIAGO, RD./Nuestros honorables congresistas, y en esta primera parte, como iniciativa, nuestros honorables Diputados, estàn por tomar ¨¨el toro, por los cuernos¨¨, como decimos en el Cibao, ya que con justeza y razòn, defendiendo una sociedad indefensa, han planteado la necesidad de una ley, que regule la especulaciòn, el monopolio, los abusos que cometen los llamados Bancos Comerciales con los ciudadanos, llamados tarjetahabientes, ya sean de dèbito o de crèdito, cuando poseen una tarjeta.

Congreso Nacional de República Dominicana. Archivo.

Por algo el gran Facundo Cabral, dice en uno de sus temas ¨¨Quièn es màs ladròn, aquèl que funda un Banco, o el que lo asalta¨¨ ,  nòtese que comparaciòn, pues bien, nuestros legisladores, que deben haber escuchado el grito de un oprimido pueblo, que sòlo carga pesado, han hablado de defender  los intereses y las formas de còmo se cobran dichas tarjetas, porque en verdad, sòlo tienen derecho Los Bancos.

Te pintan villas y castillos, vìa telefònica, no te dejan respirar durante todo el dìa, con sus llamadas ofrecièndote pajaritos en el aire con sus malditas tarjetas, pero, si por casualidad te llegò el tiempo de las vacas flacas, te jodiste, te llaman las 24 horas del dìa, para cobrarte y amenzarte, no respetan dìa feriados ni hora, elllos siempre tienen la razòn, aunque de tanto joder, tù hayas aceptado una vaina de tarjeta.

Como es natural, un representante de inmediato se opone a tal regulaciòn, dizque porque ya està en la ley monetaria, pero resulta, que esa famosa ley monetaria, ellos la manejan como les venga en gana y sòlo la tienen ellos, ya que como dijo Marino Collante, Diputado al Congreso Nacional por Santiago, te ponen unos ganchos en letrillas, que sòlo con lupas podrìas tu leer y ahì es donde viene el gran problema y el gancho, ojalà que estos representantes del pueblo, puedan controlar esas vainas que se llaman tarjetas de creditos, que te las quieren meter por boca y nariz los Bancos Comerciales y luego, los problemas y las jodientas, pa una maldina vaina ilegal, llamada DATA CREDITO o BUREAU DE CREDITO, que ni siquiera es gubernamental, sino de un paquete de vivos màs salteadores que los Bancos…

LOS GOBIERNOS VIOLADORES DE LEYES LABORALES

La segunda parte de esta opiniòn, es la constante violaciòn a los derechos de los trabajadores, que cometen los gobiernos en nuestro paìs, resulta que luego de usted trabajar en las instituciones gubernamentales, como son Ayuntamientos, casos especìficos de Santiago yLa Vega, INESPRE, en todo el paìs y otras instituciones, el Còdigo de Trabajo habla de un plazo de una semana a lo sumo antes eran unas 48 horas, Codigo Trujillo, para que se le den sus prestaciones laborales a los obreros despedidos..

Resulta que instituciones como INESPRE, tiene màs de ocho años con empleados que ha despedido sin darle sus prestaciones laborales, Ayuntamiento como el deLa Vega, tambièn tiene ya varios años en lo mismo al igual que el de Santiago y muchas otsras instituciones gubernamentales.

Luego, usted se preguntarìa, pero es que las leyes sòlo son aplicables a los pequeños, medianos y otros comerciantes, no son aplicables a los gobiernos, porque  no se justifica que despuès de despedir a sus empleados las empresas gubernamentales, no cumplen con lo establecido con las leyes, es màs las hay que ni siquiera han dado prestaciones, nunca a sus empleados que despiden y entonces usted se pregunta y còmo son las leyes aquì? Los gobiernos, no tienen que cumplirlas.

Sin embargo, un simple comunicador, que tiene un anuncio de RD$5,000.00 pesos, no lo salva nadie del famoso 10 por ciento de la renta, màs un 16 por ciento de Itebis, ya vamos en un 26, si ese anuncio viene de una publicitaria que se coge un 25 ò un 30 por ciento, dìgame usted para quièn va a trabajar? Sì, para ese mismo enemigo malo…

Luego, hay que colegir, que aparentemente Los Gobiernos Dominicanos, tienen impunidad para la violaciòn de las leyes laborales en perjuicio de miles y miles de infelices padres de familia.