Con Michael Phelps retirado, las mujeres serán protagonistas en Mundial de Budapest

BUDAPEST, Hungría. Con el mítico Michael Phelps (23 oros olímpicos) retirado, el Mundial de natación de Budapest abrirá el domingo sus carreras en la piscina, donde es previsible que el protagonismo recaiga en estrellas femeninas como Katie Ledecky, Katinka Hosszu y Sarah Sjöstrom.

Katie Ledecky, en principio la mayor figura presente en este evento, ha sido ya cinco veces campeona olímpica a sus apenas 20 años. También tiene en su palmarés nueve títulos mundiales, que intentará incrementar en la piscina húngara: está inscrita para seis pruebas, cuatro individuales (200 m, 400 m, 800 m y 1.500 m) y dos relevos (4×100 m y 4×200 m).

Teniendo en cuenta también las series y las semifinales, la estadounidense podría nadar 6.300 metros en siete días en Budapest.

“Estoy impaciente por nadar. Sé cómo gestionar esto y cómo conseguir dosificar la energía para toda la semana”, aseguró.

“Estos dos últimos años he seguido un programa muy similar, así que me siento totalmente preparada”, avisó.

Si consigue colgarse seis oros en este Mundial, Ledecky igualaría el récord de títulos logrado por una nadadora en una misma edición del evento, que ostenta desde 2013 su compatriota Missy Franklin, operada de los dos hombros al principio del año y que no competirá en Budapest.

– Hosszu juega en casa –

La polivalente y omnipresente Katinka Hosszu también acaparará la atención en el Danube Arena, el complejo acuático nuevo con capacidad para 12.000 espectadores, construido a orillas del río Danubio en dos años (México renunció a organizar este Mundial de 2017 en Guadalajara).

La húngara de 28 años, triple campeona olímpica y vigente doble campeona mundial, también estará muy presente en la competición: seis carreras individuales -200 m estilos, 400 m estilos, 100 m espalda, 200 m espalda, 200 m y 200 m mariposa- para una maratón de la “Dama de Hierro”, un apodo que le concedió la prensa china hace unos años y del que ella ha hecho una marca, hasta el punto de comercializar productos a partir de él.

“La piscina es tan bonita que hasta nos añade presión a nosotros, los húngaros. Ahora nos toca a nosotros, todos tenemos que nadar rápido”, afirma.

– Sjöstrom, a por el récord –

Las pruebas de velocidad, en estilo libre y en mariposa, tendrán como una de las favoritas a la sueca Sarah Sjöstrom, que intentará también lograr el récord del mundo de los 100 metros.

A sus 23 años, vigente campeona olímpica y plusmarquista mundial de los 100 metros mariposa (55.48) optó por pasar del 200 metros, en el que consiguió la plata olímpica, para concentrarse en las pruebas de velocidad.

En Canet (Francia), a mediados de junio, Sjöstrom se quedó ya a dos centésimas del récord del mundo de los 100 metros, por lo que parece tenerlo al alcance de la mano.

Lo ostenta la australiana Cate Campbell (52.06), que no está en Budapest, como tampoco estará su joven compatriota Kyle Chalmers (19 años), vigente campeón olímpico de 100 metros y recientemente operado del corazón.

“Sarah está teniendo un gran año, pero hay otras muchas nadadoras que serán difíciles de batir”, estimó la estadounidense Simone Manuel, que compartió el oro olímpico de los 100 metros libre con la canadiense Penny Oleksiak en Rio-2016.

España volverá a confiar en la española Mireia Belmonte, campeona olímpica de 200 metros mariposa en los Juegos de Rio, donde también fue bronce en los 400 estilos. Belmonte tiene tres medallas en Mundiales, pero ninguna de ellas de oro.

En la competición masculina, la posible estrella puede ser el británico Adam Peaty (22 años), que parece capaz de conservar sus coronas de los 50 m braza y de los 100 m braza, distancia en la cual espera convertirse en el primer hombre en bajar de los 57 segundos.

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