Ansioso por comenzar el trabajo con su nuevo equipo, Kevin Durant se levantó a las 7:00 a.m., más temprano de lo que debía. Luego, se topó con el tráfico en la autopista, en camino a su primer entrenamiento formal con los Warriors.
“No estaba acostumbrado a esto en Oklahoma City”, dijo el astro con una sonrisa tras su práctica con Golden State.
Bienvenido al área de la Bahía de San Francisco.
Salvo por el asunto del tránsito, Durant se está adaptando bien. Por su parte, Stephen Curry no requiere de acostumbrarse. Ha ganado el premio al Jugador Más Valioso en las dos últimas temporadas con los Warriors.
En diferentes formas, se preguntó a Curry cómo harán las defensivas rivales para frenar a una alineación que lo incluirá a él, a Durant, a Draymond Green a Klay Thompson y al nuevo pívot Zaza Pachulia, sin mencionar a los reservistas de un equipo que impresionó la temporada anterior hasta que cayó en la final ante LeBron James y los Cavaliers de Cleveland.
Ahora todos esperan más de los Warriors, incluso después de una campaña regular en la que impusieron un récord con 73 victorias. El paso siguiente tiene que incluir la conquista del título que se les escapó ante los Cavs.
Y tal como Curry y compañía pudieron atestiguar en la temporada pasada, todos los equipos brindarán su mejor esfuerzo para enfrentar a las estrellas de Golden State, encabezadas por su armador, quien rompió su propio récord con 402 triples en la campaña anterior y busca embocar incluso más.
“Simplemente tenemos que estar preparados para todo”, dijo Curry. “Será un proceso en evolución durante toda la temporada. El año pasado, los equipos comenzaron a jugar un poco diferente ante nosotros hasta marzo. Tenemos que adaptarnos… Tengo la misma mentalidad.