El año pasado, Chile autorizó la entrada en el país de preservativos de la marca china Kaiju y, en los últimos meses, se presentaron denuncias por fallas en los lotes del producto 150301,150305 y 150307: alrededor de 1.700.000 unidades son «muy pequeñas» y «se rompen con facilidad».
Las autoridades chilenas han lanzado una alerta sanitaria para que la población no utilice esos profilácticos. Así, el subsecretario de Salud Pública de Chile, Jaime Burrows, ha declarado que se trata de «una medida preventiva» para «evitar que tengamos algún problema con algunos de los usuarios».
Burrows apuntó que «es fácil» que el látex «se deteriore», por lo que resulta necesario que los preservativos tengan «condiciones de almacenaje específicas», y recordó que «no es recomendable» llevar esos productos «dentro de la billetera, ya que existe un alto riesgo de ruptura del condón».
Por su parte, el director del Instituto de Salud Pública (ISP) chileno, Álex Figueroa, explicó que han informado «a todas las autoridades correspondientes, de acuerdo a las normas exigidas por la Organización Panamericana de la Salud» para estos casos, y que la Subsecretaría de Redes Asistenciales ha confirmado que los preservativos entraban en «cuarentena».
La propia subsecretaria de Redes Asistenciales, Gisela Alarcón, advirtió a las personas que están «en posesión de estos lotes» que no los utilicen.