Charlene de Mónaco, de Dior y sin sonrisa en Nueva York

Hace un par de meses hablábamos de la perenne tristeza dibujada en el rostro de Charlene Wittstock, y nos preguntábamos si rescindiría su contrato como Princesa de Mónaco una vez cumplidos sus cinco años de contrato ‘de no competencia’. Pues bien, el verano ha pasado, ya ha entrado el otoño, y nada ha cambiado en palacio… ni en el rostro siempre apagado de Charlene.

Muy elegante con un vestido (vestidazo) blanco de Dior con detalles de hojas bordadas, Charlene ejercía una vez más de diligente consorte de Alberto de Mónaco en la gala Princesa Grace en Nueva York. Sin embargo, a su imponente look le faltaba el mejor de los complementos: una sonrisa que le iluminara el rostro con más luz que el brillo de sus pendientes chandelier de diamantes.

Charlene y Alberto de Mónaco, en Nueva York.
Charlene y Alberto de Mónaco, en Nueva York.

Menos mal que para brillar (y sonreír) ya estaba allí Naomi Campbell. La modelo se vistió de princesa con un vestido blanco de capa al hombro con bordados joya y una impresionante gargantilla de brillantes..

Un look el de Naomi Campbell que no podemos evitar que nos recuerde a esta imagen de Grace de Mónaco con uno de sus vestidos más icónicos:

Charlene o Naomi, ¿quién defendió mejor el legado de moda de Grace de Mónaco?

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