Cardenal Ortega: «Muchas cosas han comenzado ya a cambiar» en Cuba

Caribbean Digital

Fuentes: Agencia EFE/Diario Libre

MADRUGA,Cuba.- El arzobispo de La Habana, cardenal  Jaime Ortega Alamino, afirmó hoy, en una misa en honor de la patrona   de Cuba, que «en esta hora de nuestra historia nacional necesitada  de muchos cambios, algunas cosas han comenzado ya a cambiar».

Jaime Ortega.

Con motivo de la llegada a su diócesis de la imagen de la Virgen  de la Caridad del Cobre, que realiza una macroperegrinación por toda   la isla, el único cardenal cubano dijo que la misma «está
demostrando que Cuba vive una primavera de fe».

«El pueblo cubano se acerca a la Iglesia católica. Los tiempos de  extraños disimulos, de temores y repliegues han quedado atrás», dijo   Ortega durante su homilía en el oficio religioso.

Según el cardenal, sólo «algunos burócratas de oficio no se dan cuenta de que las épocas de confrontación han quedado atrás» en alusión al ostracismo padecido por la Iglesia católica durante gran parte del periodo revolucionario que comenzó en 1959 con la victoria de los guerrilleros de Fidel Castro.

La imagen de la Caridad del Cobre, conocida como la «Virgen   Mambisa» y la más venerada en la isla, fue recibida por miles de  personas de todas las edades -muchas madres con niños en brazos- en
Madruga, unos 80 kilómetros al este de la capital, entre cánticos,  vítores, oraciones y banderas nacionales en un ambiente festivo.

La peregrinación de la Virgen, un símbolo nacional por la  veneración que le tenían los soldados de la guerra de independencia  contra España, llamados «mambises», comenzó el 8 de agosto del año  pasado en Santiago de Cuba, en el extremo oriental de la isla, y   hasta ahora ha recorrido 25.000 kilómetros, según los organizadores.

El próximo 30 de diciembre está previsto que la imagen termine su  recorrido cuando llegue a La Habana y desde 1952, con motivo del    cincuentenario de la Independencia, no se realizaba otra igual.

Transportada en un automóvil blanco en cuyos laterales se lee «La   Caridad nos une» y «Virgen de la Caridad del Cobre bendícenos», la   imagen ha recorrido numerosos pueblos y ciudades, ha visitado
hospitales y cárceles, y «cientos de miles de cubanos», según  Ortega, han saludado su paso de extremo a extremo del país.

«Nosotros tenemos mucha fe en ella. Todo lo que yo quiero se lo   pido a ella», dijo Emilio Alonso, un vecino de Madruga de unos 70  años que portaba un cartel con la imagen de la patrona.

Los organizadores subrayaron que no se ha producido ningún  incidente y el cardenal Ortega agradeció en su homilía «el buen  espíritu de colaboración de todas las autoridades».

El cardenal, en cuya casulla estaban bordadas la imagen de la Virgen y el escudo nacional cubano, invitó a los fieles a pedir a la   patrona por «esos cambios necesarios en nuestro país para que todos
concurran pronto al bien de nuestro pueblo».

«Pidan por los que están aquí y por los que están fuera de Cuba y por la paz y la tranquilidad para todos», dijo Ortega, interrumpido en ocasiones por los aplausos de los asistentes, muchos de los
cuales vestían prendas amarillas, el color de la patrona.

En declaraciones a la prensa antes de la misa, el cardenal había señalado que la peregrinación de la Virgen tiene «un sentido grande  de reconciliación entre todos los cubanos».

«Sin tener en cuenta ideologías, ni si están o no en Cuba, somos  un pueblo y la Virgen es la madre de ese pueblo cubano», añadió.

Durante la misa celebrada en la plaza principal de la localidad, Ortega señaló que «Cuba necesita fortalecer su vida espiritual para  que los valores no se pierdan y podamos trabajar juntos por el bien  común».

«La vida espiritual de un pueblo es imprescindible para el  desarrollo integral de una nación, el paso de Dios por la historia  cambia la historia porque cambia los corazones de los hombres», dijo
Ortega.

El cardenal recordó la histórica visita a Cuba en 1998 del papa   Juan Pablo II, que abrió «un camino espiritual en nuestro pueblo», y   que «no existe educación religiosa en las escuelas», por lo que
invitó a los fieles a que en familia revivan «la fe dormida».