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Santiago. Un estudio propone la construcción de un gran colector en las ocho subcuencas que atraviesan el municipio, debido al peligro que corren 51 mil 700 personas que podrían perder sus vidas ante eventuales deslizamientos de tierra o inundaciones.Tan solo en el entorno de las cañadas de Guazumal y Pontezuela se han construido sin normas territoriales claras, áreas residenciales, negocios, plazas comerciales, centros de salud y escuelas de alta vulnerabilidad a inundación, deslizamientos y sismos.
En el estudio, realizado por el Consejo para el Desarrollo Estratégico, en el que además participan técnicos de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago, se estima en 6,723 personas en situación de vulnerabilidad, 1,679 residencias, 53 establecimientos comerciales, 4 industrias, tres escuelas y un centro de salud, levantadas en el entorno de la cañada. Reynaldo Peguero, director ejecutivo del Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago, advierte que con la contaminación por estas aguas, todos son potencialmente afectables con posibilidad de generar mortalidades y pérdidas de propiedades y recursos económicos.
Zonas vulnerables
Los arroyos Guazumal-Pontezuela nacen al nordeste del área urbana del municipio de Santiago y recorren, por el municipio de Tamboril, los barrios de los Jardines del Dorado, Pontezuela, Las Quintas y los Embrujos.
Se unen al arroyo de Nibaje que recorre, a su vez, los sectores de La Zurza, El Ensueño, La Lotería, El Portal y Villa Noa, para desembocar finalmente en el Yaque.
Los arroyos y sus afluentes, transcurren por las Unidades Zonales de Planificación (UZP) No. 4 y 5 del Ordenamiento Territorial de Santiago.
“Sabemos que el curso urbano de este sistema Guazumal-Pontezuela es precisamente una de las zonas donde existe una elevadísima cantidad de viviendas y empresas que no tienen cobertura de recolección, ni tratamiento de sus aguas residuales, ni tampoco sus efluentes industriales y hospitalarios son gestionados”, expresa Peguero.
De ahí, ve que se impone la construcción de un gran colector de aguas residuales que logre acopiar el 100%, mediante una recolección que aporte continuidad a los caudales de la red secundaria hacia las plantas de tratamiento de Corassan. Refiere que construir este gran colector es vital pues permitiría conducir todo el volumen de agua residual a la planta de Rafey. El estudio establece que Santiago debe reducir los niveles de contaminación que generan los asentamientos humanos.
Buscan con proyecto tratar aguas residuales
Junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) han visualizado la instalación de 5,074 metros lineales de tubería para recoger y tratar el 100 % de las aguas residuales de decenas de barrios. Actuar en este arroyo Pontezuela y en todo el Anillo Verde del Este de Santiago, favorecerá escenarios climáticos que pronostican disminución de precipitaciones; el agua que actualmente no se utiliza en este sistema porque está contaminada.