Caballero Cepeda militó con las EO, AC y E, luego residió en New York

En 1951 se originó el restablecimiento de los torneos de béisbol profesional en la República Dominicana que habían claudicado en 1937, luego de aquel famoso campeonato, donde jugaron los mejores peloteros de color que existían en ese momento. De inmediato en el comienzo del evento, Caballero fue incorporado a las filas de las Estrellas Orientales y con ellos jugó en ese 1951.

Para 1952, Cepeda pasó de los Paquidermos a las Águilas del Cibao, con quienes intervino en los campeonatos de 1952 y 1953, pues en 1954 fue cambiado a los Rojos, donde no llegó a actuar, ya que se retiró del béisbol como jugador activo.

Con 5 pies y 7 pulgadas de estatura y 173 libras de peso, el santiaguense, que fue un destacado pelotero amateur, tuvo tempranamente que abandonar el deporte que había practicado toda la vida después de una discreta jornada profesional. Cosas de la época y problemas de salud hizo que Cepeda emigrara a los Estados Unidos y allí el cibaeño se dedicó a entrenar peloteros a nivel aficionado. Dirigió el combinado “Budweiser” y luego era el mandamás del equipo “Cepeda Travel”, team este que lo trajo a Santo Domingo en 1986 para intercambiar con otros conjuntos dominicanos.

Nuestro personaje estuvo aquejado de artritis y otras dolencias físicas y nosotros hemos perdido su rastro, por lo que nos da la impresión que debe haber fallecido. Si estuviera vivo, ojalá, tendría 92 años el 25 de julio próximo.

Hasta aquí esta pequeña historia. Al término de la misma ofrecemos los números de su actuación en la pelota profesional dominicana, que por cierto deja mucho que desear, su labor en el amateurismo fue mejor, nunca llegó a ser una estrella, pero supo navegar antes de arribar a la pelota rentada.

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