Nadie podía presagiar, cuando este fin de semana salía a la luz la separación de Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana, que llevasen dos años haciendo vidas separadas. Al menos, eso es lo que aseguran varios medios que recalcan, además, que ella se ha resistido en todo este tiempo a aceptar la realidad.
Porque desde que comenzaron su romance, hace 11 años, Arantxa ha estado locamente enamorada, demostrando que el amor puede ser ciego. Tanto como para, aconsejada por su marido, romper cualquier tipo de relación con su familia. Y, hasta el punto, de que su padre si fue a la tumba sin que se arreglasen las cosas.
La familia de Arantxa le puso un detective a Josep Santacana
Sabemos que Arantxa es una de las deportistas más reputadas de nuestra historia, pero él, ¿a qué se dedica? Dicen que, mientras ella da clases de tenis en una elitista escuela deportiva de Miami -por las que percibe unos 3.000 euros mensuales-, él se dedica al sector inmobiliario.
También se ha dicho que, desde que se casaron -en septiembre de 2008, apenas un año después de conocerse en Ibiza-, Santacana se convirtió en el administrador único de las empresas de la que, hasta ahora, es su esposa. Y que podría haberlas dejado tiritando…
Ahora, Sánchez Vicario se estaría apoyando en una familia que le advirtió de que Josep no era una buena compañía y que, a pesar de su ‘rebeldía por amor’, ahora está dispuesta a tender una mano a la exdeportista en estos momentos complicados.
El lado oscuro de Josep
Decimos que lo advirtió, porque recelosos de que fuera una buena compañía, contrataron a un detective que les puso sobre la mesa las presuntas deudas -que ascendían a unos 600.000 euros– y problemas juidiciales que tenía un hombre que ha absorbido a Arantxa durante la última década.
Comisionista de un subastero antaño, en su currículo sentimental figura el nombre de Nuria Jiménez, una mujer que salió a la luz pública años después de que Arantxa y Josep se casaran y que declaró que, en cinco años de relación con él «no le he visto trabajar nunca». También en esa lista figuraba una tal Prado, prima de Yola Berrocal.
Ahora, Santacana, que ya viviría con su nueva pareja en la misma ciudad de Miami, según han apuntado en ‘El País’, quiere hacerse con la custodia de los niños alegando de que Sánchez Vicario no está en plenas facultades mentales. Algo que tendrá que demostrar. Lo que sí es seguro es que ella está profundamente destrozada, porque volvió a perder en el terreno personal.
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