JOSÉ ALFREDO ESPINAL
SANTIAGO.- El arzobispo metropolitano, monseñor Freddy Antonio de Jesús Bretón Martínez, reveló que lo han mandado a callar por obedecer el mandato de Cristo, al tiempo de afirmar que cuando se refiere a la corrupción e impunidad y a todas las barbaridades que empañan la vida de este país, a menudo hay gente que su opinión no le cae muy bien.
Dijo que por mandato de Jesucristo a donde quiera que esté el pecado el cristiano tiene que enfrentar con las armas de Dios el pecado y las estructuras del pecado, caiga bien o caiga mal.
“A mí me han mandado a callar porque es desagradable lo que uno tiene que decir para obedecer el mandato de Cristo, por eso cuando nos referimos a corrupción e impunidad y a todas las barbaridades que empañan la vida de este país, a menudo hay gente que no le cae muy bien eso”, afirmó, sin ofrecer más detalles de quien o quienes le han solicitado que mantenga silencio.
Al presidir la misa solemne en honor a la Virgen de La Altagracia, donde asistieron cientos de feligreses del Cibao, en el santuario que lleva su nombre, ubicado entre las calles Del Sol y Luperón, el prelado católico dijo que en el sacramento de la eucaristía tiene que hablar en nombre de Cristo y para que el pecado no se adueñe de nuestra vida.
“Porque uno habla de corrupción y la gente piensa en el gobierno, pero el que tiene una querida no piensa en la querida, la mujer infiel no piensa en su infidelidad y cómo se llama eso, gracia de Dios?, yo pensé que era pecado y corrupción que daña a un país entero de arriba abajo”, explicó.
Monseñor Freddy Bretón sostuvo que no solo los funcionarios manchan a un país sino que cada ciudadano si no se examina su conciencia delante de Dios mancha a una nación y puede poner hasta en el precipicio a un país entero, son consecuencias del pecado.
Consideró que el país necesita vivir en comunión para que haya menos violencia, ya que quienes participan de la eucaristía, difícilmente se atrevan a hacer daño a su prójimo, a cometer esa violencia que tanto hay que lamentar a cada paso.
El líder religioso deseó que la madre santísima de La Altagracia conceda siempre la protección del pueblo dominicano.
La ceremonia religiosa encabezada por el prelado católico inició a las 9:00 de la mañana de este domingo, donde asistieron las principales autoridades gubernamentales y municipales, dirigentes políticos, empresarios, entre otros.
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Montan mercado
Muchos feligreses provecharon la celebración del Día de la Altagracia para montar un mercado de pulgas en el entorno de la iglesia, ocupando tramos de las calles Del Sol, Gregorio Luperón, Cuba y General Cabrera, con la venta de imágenes de la virgen, comida rápida, ropas, calzados, y otras mercancías.