Aprovechando el momento

EL MOMENTUM DE LA VIDA: Cuando uno está joven no piensa que esos días tendrán una fecha de expiración.

En la juventud atlética se piensa que la torpeza está bien lejos, que la lentitud es de viejos y que la habilidad será nuestra aliada hasta el final. Lamentablemente no es así.

La habilidad disminuye con el tiempo, la lentitud es parte del proceso de descenso y la torpeza es una de las mayores excusas por las cuales un atleta aún en sus facultades decide colgar los tenis, al darse cuenta que ya no puede atrapar una pelota más sin pestañear.

La vida da momentum para cada ocasión, para que sepamos aprovecharlo y no desperdiciarlo. Todo atleta tiene su momento de inmadurez, de pavera y hasta de insensatez, pero llega un tiempo que debe sentar cabeza. No todo el que compite en una disciplina llega a destacarse a tal nivel que pueda vivir de ella y de su habilidad atlética.

Es mayor el porcentaje de aquellos que no lo logran, que de aquellos que lo logran como profesionales del deporte. Son más los que desperdician el momento, que los que lo aprovechan y sacan lo mejor de ello.

Entendiendo eso, muchos atletas jóvenes nunca deberían dar por sentado su éxito. Para escalar peldaños hay que fajarse y saber preservar cada escalafón, para no tener que volver a bajar y caer en picada. Un mal movimiento puede arruinar cualquier subida, así como un buen movimiento puede rescatar cualquier caída.

ES UN REGALO, NO NADA GANADO: Aprovechar el tiempo es entender que cada oportunidad es un regalo, no algo que se ha merecido. Para merecerlo hay que ganárselo, no simplemente recibirlo. Hoy en día los altos bonos de firma en el beisbol están atrofiando el deseo de superación en muchos de nuestros jóvenes, que ya asumen la etiqueta de que lo han logrado, apenas habiendo empezado. Esto ha causado que muchos no aprovechen el tiempo y se queden estacionados en proyección y pronósticos, sin tener una verdadera explosión de su potencial y lo que pueden desarrollar.

Aprovechar el tiempo es entender que una vez se llega a las ligas mayores se cuadruplica la cantidad de ojos que observarán cada paso, cada logro y cada fracaso. Es entender que el subir de nivel no los exonera de caer en “ganchos,” más bien los expone más rápido a estratagemas y engaños.

Aprovechar el tiempo es ver todo desde el punto de vista de que en un momento no tenías nada, y ahora puedes disfrutar de todo: oportunidad, influencia, amistades, beneficios, plataformas, conexiones y popularidad, pero todo viene con mayores niveles de responsabilidad. Por lo tanto, no hay necesidad de ir más rápido de lo que amerita el momento, simplemente disfrutar lo que venga, aprovechando el tiempo.

RETROSPECTIVA PARA APRENDER: La vida hábil de un atleta es corta y relativamente pasajera. Si se hiciera un sondeo entre ex-peloteros, y se les preguntara de su trayectoria beisbolistica, la mayoría coincidiría en que recuerdan esos días como una nube en retrospectiva, que en un momento estuvo y ya no está. Casi todos responderían que la vida les dio una oportunidad y que tuvieron que trabajar arduamente porque nadie les regaló nada.

Muchos reconocerían que habrían aprovechado su tiempo de una mejor manera, administrando mejor sus días, y disfrutando la oportunidad sin arrogancia ni desmedida. En retrospectiva, la mayoría diría que hay que aprovechar el tiempo pues es lo más valioso que tenemos.

Salomón dijo: “No añores «viejos tiempos»; no es nada sabio.” Eclesiastés 7:10 La retrospectiva en la vida de otros la usamos para aprender. Ojalá esta generación pueda entender que algún día les tocará mirar atrás como lo hacen hoy los atletas retirados, y que queda de ellos la responsabilidad de decir: aproveche cada momento que la vida me ha regalado. Nadie es mayor que los sistemas, y todos somos vulnerables tanto al éxito como al fracaso.

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