«David es un joven muy inteligente, sencillo y simpático». Así definía el círculo íntimo en 2015, en unas declaraciones a La Otra Crónica, al que posteriormente se convertiría en marido de Alejandro Amenábar (45). El mismo que, parece, ha dejado de serlo. Según ha podido saber ‘Corazón gracias’ a testigos presenciales, el director de cine y David Blanco (35) tuvieron una discusión fruto de una presunta infidelidad –al menos cibernética–.
La pareja se encontraba en Cartagena de Indias (Colombia) celebrando el Fin de Año cuando Alejandro habría descubierto en el teléfono de David algo que no le hizo nada de gracia. Se trataría de un mensaje de una tercera persona a la que este último le expresaba todo lo que le echaba de menos.
Desde entonces, hacen vidas separadas. Hasta el punto de que Blanco ya no estaría bajo el techo del ático, propiedad de Amenábar, situado en la madrileña Plaza de España –adquirido en 2009 y que tiene un valor de unos cuatro millones de euros–.
Una vivienda en la que se habría refugiado mientras se piensa si perdonar y seguir escribiendo el guion de su comedia romántica con David, o si coloca el ‘the end’ –fin– en los títulos de crédito tras unos ocho años de relación.
Alejandro y David contrajeron matrimonio en junio de 2015. Tras la firma de los papeles pertinentes, disfrutaron de una fiesta, rodeados de sus familiares y amigos, en la finca La Reserva. Entre los 250 invitados que asistieron se encontraban Mario Vaquerizo, Alaska y José Luis Cuerda. Una vez formalizada la unión y celebrada por todo lo alto, disfrutaron de una luna de miel en Tailandia.
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