A Ritmo de Fe aporta novedad de baile, juventud y fe, al cine dominicano

José Rafael Sosa

Especial/Caribbean Digital

 

 

La música y el baile, en cualquiera de sus expresiones, no le resultan indiferentes a nadie y, con pocas excepciones en el cine dominicano ( Sanky Panky  y una escena de bachata en discoteca en Lotomás 2.0), no habían sido objeto hasta el momento, del concepto integral de una producción de cine, como ocurre con A Ritmo de Fe.

Elenco
Elenco

La producción involucra  un  nuevo tono fílmico, ritmos caribeños y urbanos, una trama social de fondo, con un  vigoroso mensaje de fe cristiana y abre caminos poco explorados hacia la conexión de este arte en incremento con sus audiencias juveniles y familiares.

A Ritmo de Fe, presentada anoche en sesión premiere en Acrópolis Center es un fenómeno temático y artístico, que pasa  con éxito la prueba por su calidad como obra técnica y artística.

Sus gestores, tras palpar la reacción del público que al final estalló en aplausos y que generó lágrimas de emoción en protagonistas y gente común que concurrió a esta proyección, ven cumplido el objetivo de vincular música popular, caribeña, danza moderna y ritmos urbanos con la juventud.

Es un cine no perfecto en lo técnico pero que tiene el valor  de ser una muestra de arrojo y valentía  que muestra  otras formas de cine  abordadas con profesionalidad y dotadas de  una visión que trascienda el cine como empresa.

A Ritmo de Fe es una excelente producción de cine que cautivará las audiencias juveniles y familiares, una película que pone en el perfil de la cinematografía nacional figuras y gestores nuevos, que maneja un esquema argumental conocido ya (la competencia entre  socialmente desiguales socialmente y en la cual se sabe quién habrá de ganar finalmente), lo que no le resta valor como obra que sabe diferenciarse, promover , sin constituirse en una pieza de dogma, valores cristianos y hacerlo con la frescura que permiten todos los primeros intentos dotados de una vitalidad artística construida paso a paso.

Sus actuaciones

Deben ser divididas entre la profesionalidad de los que tienen ya carrera (Yamile Scheker y José Roberto, entre otros) y los nuevos talentos que entregan actuaciones cargadas de autenticidad, sin las lógicas tendencias de la sobreactuación teatral y dotando de verosimilitud a sus papeles.

Lo técnico

La música de Herodys Ureña es  la gran protagonista que tiende al espectador el cortinaje elegante y rítmico. Una banda sonora intensa y manejada con cuidado es la alfombra sobre la su cual se deslizan las acciones de sus protagonistas y que cobra una importancia crucial por tratarse de una película musical.

Similarmente puede aludirse a la coreografía de Studio 68, cuyos diseñadores logran el más perfecto trabajo coreográfico moderno para una película dominicana: precisión, ritmo,  armonía vibrante  de pasos y música, sentido moderno, entonación, en una sola expresión audiovisual de  cuerpos y sonidos, todo en un único gesto artístico que crea una precedencia.

La fotografía de Justo Cruz es digna y la dirección de arte logra representar más que la apariencia física del aspecto visual, reproduce con sentido de autenticidad tanto el barrio marginado, sus espacios de baile popular, como la Academia de Danza de clase alta y los escenarios de la competencia.

La edición Roming González  logra su cometido,  pero tiene algunos cortes a negro que pudieron ser menos bruscos, en los cuales la audiencia siente que la acción debió se seguida de algo que no se produce.

Cine y fe

Eudys Cordero, gestor del concepto con un guión ganador en el Festival de Cine Católico de la UASD y el tercer lugar en el Concurso de Guiones convocado por la Embajada de Francia en Santo Domingo, ha logrado con éxito el pase de sus espectáculos musicales cristianos a la  trascendencia permanente que otorga, a un buen concepto escrito, cine, lo que le ubica como precursor en esta temática para el cine dominicano.

Sinopsis:

 

Juan es un bailarín de música urbana y de clase humilde. Por su extraordinario talento, le permiten estudiar en la academia de danza más prestigiosa de la ciudad de Santo Domingo, pero son muchos los obstáculos que atraviesa para llegar a ser una estrella, pero Juan atribuye sus logros, no sólo a su talento, sino también a sus fuertes raíces en la fe. Se ve rodeado de precariedades en el barrio donde vive junto a su abuela Lupe y enfrentándose también a Diana, el máximo poder en la academia de danza, quién está fieramente en contra de él tronchando sus oportunidades y favoreciendo al arrogante Diego, su bailarín preferido.

 

Producción: Eudys Cordero, y Martin Rosario

Productora: Circus Film.

Dirección, José Gómez.

Edicion: Roming Gonzalez

Guión: Eudys Cordero.

Duracion: 99 minutos.

Director de Fotografía: Justo Cruz

Productor General y Edición: Roming González

Musicalización: Herodys Ureña

Coreografías: Studio 68

Distribución: Caribbean Film Distribution