16 de Agosto: Fecha codiciada por Monchy y Fernando y conquistada por Abel

José Alfredo Espinal

Caribbean Digital

La Alcaldía de Santiago, la plaza codiciada por décadas por el PLD fue motivo de pugnas feroces entre los aspirantes Monchy Rodríguez y Fernando Rosa.

Monchy Rodríguez y Abel Martínez.
Monchy Rodríguez y Abel Martínez.

La crisis en el partido de gobierno se evidenció en el municipio con denuncias y presiones dentro de la propia militancia de esa organización política. El enfrentamiento político fue tan agresivo que causó tirria que alcanzó a dirigentes y funcionarios en el seno de algunas instituciones públicas de Santiago.

Fernando Rosa, presidente del FONPER. Foto de archivo
Fernando Rosa, presidente del FONPER. Foto de archivo

Finalmente, a nivel municipal, Monchy y Fernando se quedaron frenando en el aro.

Al parecer, de ese conflicto surgió como el Ave Fénix un personaje llamado Abel Martínez.

El liderazgo alcanzado por el presidente de la Cámara de Diputados fue tan contundente que ni siquiera necesitó hacer presencia directa en los medios de comunicación. Sí, fue contundente con su campaña electoral.

No salió en televisión, no dio entrevistas a nadie ni prometió nada en su gestión de manera pública.  A pesar de eso, ganó.

Mientras Abel trabajaba como una hormiguita, en silencio, los demás candidatos que tenían posibilidades a la Alcaldía, el actual incumbente Gilberto Serulle (PRD) y el ex síndico José Enrique Sued (PRSC-PRM), continuaron una campaña agresiva con su presencia directa e indirecta  en los medios. También, estos candidatos se quedaron en el camino con sus aspiraciones.

 

Retos de Abel

Abel tiene como principal reto limpiar y organizar la ciudad de Santiago.

Deberá controlar la fiesta de creación de nuevas rutas del transporte público (concho), estaciones de combustibles y vigilar las áreas verdes.

Abel, también deberá honrar los compromisos con suplidores y contratistas, es decir, si se toma préstamos, deberá pagarlo. Reajustar el salario a los empleados, especialmente a los obreros que recogen la basura día y noche en las calles.

Deberá limpiar la imagen crediticia del Ayuntamiento, para que los bancos comerciales y las casas de cambios no reboten los cheques.